El aumento de 0.15 a 0.50 por ciento de la tasa de ISR por intereses a cuentas de inversión o ahorro, que aplicará para el próximo año, derivó la madrugada del viernes en un rudo debate de más de tres horas en la Cámara de Diputados, que finalmente aprobó y envió al Senado la Ley de Ingresos de la Federación.

Poco después de la medianoche del jueves, el bloque marcelista presentó una reserva para acotar la tasa de 1.48 por ciento a los ahorros solicitada por la Secretaría de Hacienda y se adjudicó la negociación de lo que finalmente se traducirá en un aumento del cobro a los ahorradores.

Según Hacienda, de 2018 a 2022, la retención de intereses a las inversiones o ahorro han permitido una recaudación de 210 mil 212 millones de pesos. Si bien se supone que puede ser acreditable en la declaración anual de impuestos, la propia secretaría y Morena reconocieron que no todas las personas con una cuenta bancaria solicitan la devolución de impuestos.

La medida desató una segunda ola de críticas de la oposición, que acusó que se trata de un robo a los ahorradores. En la tribuna, el panista Jorge Triana exclamó: ¡gobierno cobrón! Y la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, preguntó por qué el bloque marcelista festejó como un triunfo la nueva tasa, cuando lo preferible habría sido mantener el monto vigente.

“¿Por qué conformarse con tan poco? ¿Por qué no, siendo ustedes una fuerza, el grupo marcelista, no piden que se quede como está? ¿Por qué dicen ‘vamos a joder a los mexicanos, pero poquito’? Déjenlo como está”.

Selene Ávila defendió que se logró reducir el impacto a los ahorradores. Ejemplificó que, tal cómo está la tasa, a un ahorrador con un millón de pesos en el banco se le retienen mil 500 pesos.

La proyección de la Secretaría de Hacienda, en un inicio, fue elevar la retención prácticamente 10 veces, esto significaba 1.48 por ciento. Quiere decir que de ese millón de pesos, al ahorrador le hubieran sido retenidos 14 mil 800 pesos, abundó.

Insistió que, con la tasa de 0.50 por ciento, se logró un centro. No queremos causar un boquete a las finanzas públicas, ni que se merme el esfuerzo de los ahorradores.

Antes, el pleno avaló la reducción del derecho de utilidad compartida (DUC) que paga Petróleos Mexicanos, de 40 a 30 por ciento, y en tribuna, la diputada Lilia Aguilar Gil (PT) recordó que con la infame reforma energética de 2013, el PRIAN quería dar la última estocada a la empresa.

Señaló que desde el movimiento que ganó las elecciones en 2018, se hizo una apuesta por recuperar la capacidad energética del país, y que la adecuación aprobada en la Ley de Ingresos va en ese sentido.

Bajar la tasa del DUC significa quitarle una carga a Pemex y que pueda no solamente reinvertir en infraestructura, sino crecer completamente la capacidad energética de este país. No se trata solo de números, sino de que Pemex fortalezca su posición financiera, que tenga un mejor perfil de deuda, se estabilice la caída de la producción observada en años recientes y haya mayores ingresos para la actividad petrolera, indicó.

La reducción del DUC, agregó, no es un costo, sino una inversión que generará rendimientos positivos a Pemex, a la soberanía energética del país y a México.

Tras 15 horas continuas de debate, los partidos presentaron una postura final. El PAN abandonó el pleno durante la participación del vice coordinador de Morena, Leonel Godoy, quien centró el eje político de la Ley de Ingresos de la Federación 2024: se van porque no son capaces de debatir, y nuestra batalla final los próximos días será con ellos, con el Partido Traición Nacional.