Viernes 20 de octubre de 2023, p. 13
En la pasada década prácticamente se duplicó la incidencia de cáncer de mama en México, al pasar de 18 mil nuevos casos en 2012 a 30 mil en 2022, afirmó Claudia Arce Salinas, responsable del Departamento de Oncología Médica del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En tanto, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) destacó que aunque los factores de riesgo para el desarrollo de este tumor maligno son bien conocidos: uso prolongado de anticonceptivos orales, terapias de remplazo hormonal, maternidad después de los 30 años, el sobrepeso y sedentarismo, entre otros, es un padecimiento complejo y hay evidencia de que estas condiciones están ausentes en la mitad de las afectadas.
Con motivo del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama que se conmemoró ayer, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que en 2023 ha realizado más de 12 mil detecciones del mal.
A escala nacional, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se registraron casi 24 mil casos en 2022 y 7 mil 800 muertes, con lo que se mantiene desde hace 17 años como la principal causa de muerte por cáncer en población femenina.
José Luis López, adscrito a la Coordinación de Atención Oncológica del IMSS, comentó que la neoplasia se presenta en el país en personas que tienen, en promedio, entre 50 y 59 años. Los estados con la mayor cantidad de pacientes son Ciudad de México, estado de México, Hidalgo, Guerrero, Jalisco y Nuevo León.
En tanto, el INSP señaló que esta neoplasia es la más común a escala global con más de 2.2 millones de casos en 2020, así como 685 mil defunciones. Expuso que alrededor de una de cada 12 mujeres desarrollarán cáncer de mama a lo largo de su vida.
Además de ser mujer mayor de 40 años, otros factores asociados al tumor maligno son de tipo hereditario, esto es, el antecedente familiar de la enfermedad por mutaciones en los genes BRCA1, BRCA2, y p53. En el ámbito reproductivo, también inciden el inicio de la menstruación a edad temprana, la aparición tardía de la menopausia, el acortamiento de la lactancia materna y no tener hijos.
Por eso la importancia de la detección del cáncer en la glándula mamaria, mediante la autoexploración mensual de los senos a partir de los 25 años de edad, un estudio de mastografía después de los 40, principalmente si se ha tenido familiares directos con el padecimiento.
La doctora Arce Salinas del Incan subrayó la importancia de que las mujeres tengan acceso a la prueba porque aumenta hasta 95 por ciento la posibilidad de curación, a partir de identificar el tumor en las etapas más tempranas.
Indicó que en el instituto son atendidas mil 500 nuevas pacientes cada año y 15 por ciento llega en fase avanzada, ya con presencia de células cancerígenas en otros órganos (metástasis), lo que incrementa el riesgo de muerte.