La decisión de reducir en mil litros por segundo la distribución de agua en 12 alcaldías de la capital y 11 municipios del estado de México por la sequía en el país que mantiene en 39.6 por ciento el nivel del Sistema Cutzamala, debe acompañarse de otras acciones de gobierno como la reparación de fugas, que son alrededor de 38 por ciento anual en la ciudad, poner freno a construcciones a cargo de inmobiliarias e incentivar la cosecha de lluvia en sitios estratégicos, dijo la jefa del área de Investigación, Crecimiento y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Azcapotzalco, Fabiola Sosa.

La sequía impidió que se llenara el Cutzamala

En entrevista, señaló que la sequía en el país derivó en que el nivel del Sistema Cutzamala no alcanzara entre 70 y 80 por ciento de su capacidad, por lo que, indicó, en caso de no realizar acciones adicionales para el cuidado del agua “vamos a llegar al día cero, como ocurrió en Monterrey, Nuevo León. Un buen día vamos a abrir la llave y no va a caer agua, y no sabemos en la ciudad de cuántas semanas o meses estemos hablando para volver a tenerla.

Estamos a tiempo de prevenir, pero eso requiere inversión, planeación y una acción contundente por parte del gobierno de la ciudad, expuso, al referir que es una realidad que hay carencias importantes de agua y que necesitamos preservar grandes volúmenes; a lo mejor actividades que son intensivas en el consumo de agua necesitarían relocalizarse. Hablamos, sobre todo, de la industria embotelladora, refresquera, etcétera.

No más cambios de suelo o se perderán acuíferos

Además, la ciudad ya no puede crecer en el sentido que implique cambios de uso de suelo y que perdamos zonas de recarga, áreas de conservación, los parques que tenemos o áreas naturales protegidas porque son clave para que podamos contar con agua.

Comentó que las autoridades deben buscar consumos más eficientes del agua, por lo que será necesario incentivar que en los hogares las personas realicen procesos menos dispendiosos en los sanitarios y en el lavado de ropa, cuyas actividades corresponden al mayor gasto.

Es decir, se tiene que buscar a toda costa poder hacer procesos más eficientes en términos de consumo de agua, y recordó que la cuenca del valle de México ha estado en sequía moderada desde hace más de cinco años.