Washington y Nueva York. El gobierno de Estados Unidos dejó claro su apoyo inequívoco a Israel, al emitir el miércoles en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el único voto en contra y con ello vetar una resolución redactada por Brasil, que llamaba sólo a una pausa humanitaria en el Medio Oriente.

El veto estadunidense sirvió para subrayar el mensaje del viaje del presidente Joe Biden, de abrazar personalmente la posición del primer ministro Benjamin Netanyahu, incluso después de que líderes palestinos y árabes expresaron que no se reunirían con el jefe de la Casa Blanca hasta que se logre frenar el conflicto armado.

La votación en el Consejo de Seguridad también sirvió para demostrar el creciente aislamiento de Estados Unidos en su pleno apoyo a lo que llama el derecho de Israel para responder al ataque de Hamas con una abrumadora ofensiva contra la población civil de Gaza.

En el consejo, 12 de los 15 países miembros votaron a favor de la pausa humanitaria, Rusia y Reino Unido se abstuvieron y sólo Estados Unidos votó en contra.

El derecho de Israel

En un intento de explicar el veto, la embajadora estadunidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, afirmó que la resolución fracasó en reconocer el derecho de Israel a la autodefensa, palabras claves para apoyar la estrategia militar israelí.

Funcionarios estadunidenses argumentan que, en privado, Biden insta a la mesura en la respuesta de Israel y que en público reitera que las democracias deben apegarse a las reglas de la guerra.

Pero el circuito oficial de Washington sigue prohibiendo, aun ante el crimen de guerra de bombardear un hospital, el uso de la palabra cese el fuego o desescalación en sus referencias al conflicto [https://www.jornada.com.mx/2023/10/17/politica/006n1pol].

El gobierno de Biden trata de mostrar que, con su apoyo pleno a Israel, también está preocupado por la emergencia en Gaza. Ayer el Departamento de Estado anunció un paquete de 100 millones de dólares en ayuda humanitaria para la población civil de la franja.

En un comunicado, reafirmó que trabaja con socios en la región para enfatizar la importancia de mantener la ley de la guerra. Agrega que la asistencia será para más de un millón de personas desplazadas y afectadas por el conflicto, aunque evita abundar en la causa de esta crisis.

El comunicado omite que el gobierno de Biden prepara un paquete de tal vez decenas de miles de millones de dólares en asistencia militar para Israel.

Advierten reacción contra Estados Unidos

Sea quien sea el responsable (por el hospital), el resultado será una enorme ira contra Estados Unidos por su apoyo a Israel, mientras se incrementa la enorme tasa de muerte dentro de Gaza, dijo al programa televisivo Democracy Now el profesor Rashid Khalidi, de la Universidad de Columbia, experto en la historia de la relación entre Israel, los palestinos y Estados Unidos.

Señaló que, ante el engaño sistemático de Israel sobre sus operaciones militares en el pasado y porque ha arrojado por lo menos 6 mil bombas sobre Gaza en los últimos 11 días, será muy difícil convencer al mundo árabe y casi a cualquiera, con excepción de Estados Unidos y Europa, de que lo del hospital no fue culpa de Tel Aviv.

Pero el creciente aislamiento internacional de Washington no daña a Biden dentro de su país. Los sondeos registran un abrumador apoyo para Israel y mayorías de simpatizantes de ambos partidos políticos nacionales apoyan el envío de más asistencia militar al gobierno de Netanyahu.

Biden anunció un mensaje a la nación en vivo por televisión el jueves, sobre esta crisis.

En otro frente, ante la aparente ola de apoyo al gobierno, surgen voces disidentes. Ayer, cientos de personas afiliadas a la agrupación judía estadunidense If Not Now ocuparon una parte central del Capitolio y casi unos 200 de ellas –algunos con camisetas que decían judíos por un cese el fuego– fueron arrestadas. Es parte de una continua expresión de repudio a las políticas bélicas de Israel y al apoyo estadunidense.