Por segundo día consecutivo, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) bloquearon ayer durante seis horas algunas de las principales vialidades de la Ciudad de México, en protesta por la eliminación de 13 de los 14 fideicomisos del sector, que implican unos 15 mil millones de pesos integrados con recursos públicos.

Los cercos causaron molestias entre cientos de automovilistas que quedaron varados, mientras usuarios del transporte público increparon a los inconformes, debido a los recorridos que debieron seguir a pie para llegar a su destino.

A las 8 de la mañana, en 18 sedes judiciales trabajadores sindicalizados empezaron las manifestaciones para exigir que sus derechos laborales sean respetados, ya que, indicaron, de prosperar el dictamen en el Congreso de la Unión, sus ingresos se verían afectados, además de que repercutirá en su apoyo para servicios médicos, compra de lentes y pensiones complementarias que les entrega el Issste.

En entrevista, el secretario general del Sindicato de Trabajadores del PJF, Jesús Gilberto González Pimentel, dijo que el proyecto de reforma atenta contra las prestaciones establecidas en las condiciones generales de trabajo, y advirtió que en caso de prosperar la propuesta, interpondrán amparos colectivos como terceros con interés legítimo, como ocurrió en 2018 con la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.

Por su parte, asociaciones de juzgadores federales advirtieron que si se concreta la extinción de los fideicomisos, se consumaría un grave ataque al PJF. Dijeron que en su mayoría, dichos instrumentos financian recursos para atención médica extraordinaria, pensiones de retiro y apoyo de vivienda por cuestiones de seguridad.

Una comisión encabezada por González Pimentel se reunió con diputados del PAN en San Lázaro; a su salida afirmó que hoy reanudan sus actividades de manera habitual.

Si bien la convocatoria del gremio planteó que el paro de labores sería por espacio de una hora, en algunas sedes judiciales se extendió y los trabajadores realizaron bloqueos. En la capital del país al menos 50 juzgados y tribunales federales suspendieron labores.

En el Palacio de Justicia de San Lázaro, alrededor de mil empleados, entre administrativos, actuarios y proyectistas, se manifestaron en las escalinatas del acceso principal y después realizaron una marcha alrededor de la sede. Horas más tarde, concretaron un paro de labores; según representantes sindicales, los titulares de órganos jurisdiccionales avalaron la suspensión de labores para que no transcurran los términos judiciales. El PJF no confirmó esta decisión, como habitualmente hace de manera oficial.

No son privilegios, son nuestros derechos, Legislativo entiende, la justicia no se vende y Respeto a la división de poderes e independencia judicial fueron algunas de las consignas que los trabajadores plasmaron en cartulinas y lonas, y que repitieron con gritos en altavoces en las distintas sedes.

Por su parte, empleados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se congregaron ante la sede de Pino Suárez 2, desde una hora antes de iniciar sus labores. En esta manifestación participó Omar Sánchez Martínez, secretario de Finanzas del sindicato del PJF, quien afirmó que en caso de llegar a un paro nacional, tratarían de hacerlo de manera escalonada para no afectar el servicio.

Uno de los puntos donde se vivió tensión fue en Insurgentes Sur. En el edificio conocido como Prisma, los trabajadores cerraron por más de cinco horas la circulación a la altura del Metrobús La Bombilla en ambos sentidos. Una situación similar ocurrió en Periférico Sur, donde bloquearon la lateral y carriles centrales.

Ante el caos vial generado por los bloqueos y la demanda de automovilistas de transitar por las diferentes vialidades para llegar a sus destinos, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana abrieron la circulación en dos de los 14 puntos que fueron tomados: en Anillo Periférico, a la altura de Las Flores, e Insurgentes, en su cruce con Miguel Ángel de Quevedo.

En ambos lugares, se registraron enfrentamientos entre los empleados del PJF y policías capitalinos, ya que en su intento de replegar a los manifestantes forcejearon y se registraron golpes y empujones.

De acuerdo con el sindicato del PJF, que agrupa a 35 mil empleados, bloquearon las avenidas Insurgentes Sur y Barranca del Muerto, así como Picacho-Ajusco, Bucareli, Revolución y Zaragoza.