Ginebra. Agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenaron ayer por separado en los términos más enérgicos el ataque al hospital Al-Ahli en Gaza, y apremiaron a respetar el derecho internacional humanitario y las leyes de derechos humanos, que prohíben las agresiones contra personal e infraestructura sanitaria, al igual que contra la población civil.

El secretario general del organismo internacional, Antonio Guterres, dijo estar horrorizado por el ataque. Mi corazón está con las familias de las víctimas. Los hospitales y el personal médico están protegidos por el derecho internacional humanitario, expresó en la red social X, antes Twitter.

También condenó el ataque a una escuela gestionada por la ONU en un campo de refugiados en Gaza, que dejó un saldo de seis fallecidos.

La Organización Mundial de la Salud manifestó su repudio y pidió la protección activa inmediata de los civiles y la atención médica a los heridos.

Señaló que el hospital era uno de los 20 del norte de Gaza afectados por las órdenes de expulsión del ejército israelí y reiteró que se trató de una disposición imposible de implementar dada la inseguridad actual, el estado crítico de muchos pacientes y la falta de ambulancias, personal, capacidad de camas del sistema de salud y refugio alternativo para los desplazados.

El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, expresó al llegar a El Cairo que Gaza está de rodillas y que sus habitantes son asesinados. Los sistemas de salud, el agua y la sanidad están colapsando. Le están arrancando su dignidad a la gente, agregó.

Hay comida para cuatro o cinco días, alertó el Programa Mundial de Alimentos, mientras el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) instó a proteger a todos los civiles y a la infraestructura civil, incluidos los niños. Necesitamos un alto el fuego inmediato y acceso humanitario.

La directora ejecutiva del fondo, Catherine Russell, se mostró horrorizada en un comunicado por las muertes provocadas por el bombardeo, y ha calificado las imágenes sobre el terreno de devastadoras.

Esto pone de relieve el impacto mortal que la guerra en curso está teniendo sobre los niños y las familias. En sólo 11 días, cientos de niños han perdido trágicamente la vida (sin contar las muertes del martes) y miles más han resultado heridos, y más de 300 mil niños se han visto desplazados de sus hogares.

El ataque provocó la condena internacional, con protestas en las embajadas de Israel en Jordania y Turquía, donde irrumpieron la sede diplomática. Manifestaciones similares y denuncias se realizaron en Irán, Siria, Túnez, Irak, Egipto y Yemen, entre otros países con población mayoritariamente musulmana, para sumarse a esta ola de repudio.

El movimiento libanés Hezbolá, respaldado por Irán, convocó para hoy a un día de ira, será un día de ira contra el enemigo en el país, al denunciar una masacre y un crimen brutal. Cientos de manifestantes se enfrentaron anoche a las fuerzas de seguridad del país frente a la embajada estadunidense, en el pueblo de Awkar, donde arrojaron piedras, según corresponsales de la agencia noticiosa Afp, por lo que el Departamento de Estado de Estados Unidos elevó su alerta de viaje hacia el país.

Arabia Saudita rechazó categóricamente este brutal ataque, que constituye una flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales, incluida la ley internacional humanitaria, y denunció que la ocupación israelí no detiene sus continuos ataques contra civiles, a pesar de numerosos llamamientos internacionales.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: Me entristece el ataque contra el hospital Al-Ahli y el enorme número de muertos. No hay excusa para atacar un hospital lleno de personal médico y civiles. Es necesario establecer todos los hechos y los responsables deben rendir cuentas.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, señaló que es necesario arrojar luz sobre las circunstancias del ataque, al tiempo que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó de inaceptable, horrendo e ilegal el bombardeo.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, publicó en X que la isla condena en los términos más enérgicos el bombardeo perpetrado por Israel contra el hospital Al-Ahli en Gaza, que ha provocado cientos de muertos y heridos. Además, demandó un cese el fuego inmediato, así como poner fin a estas violaciones flagrantes del derecho internacional humanitario.

La cancillería venezolana calificó en un comunicado este bombardeo de un acto inhumano e injustificable que se suma a la larga lista de crímenes cometidos en los últimos días contra la población civil en Gaza y exhortó a la comunidad internacional a que se pronuncie en contra del genocidio del cual es objeto la población de Gaza y exija el cese inmediato de la agresión israelí.