La comunidad indígena otomí residente en la Ciudad de México rechazó la versión del gobierno capitalino de que, durante la madrugada del lunes, elementos policiacos fueron a liberar la avenida México-Coyoacán, en la colonia Xoco, y no a desalojarlos del inmueble del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) que mantienen ocupado desde hace tres años.

Se trató de represión, discriminación y racismo, ya que los uniformados golpearon y dejaron heridas a una decena de adultos mayores, adolescentes y mujeres, además de que llegaron seis motociclistas civiles en actitud de provocación y lanzaron tres balazos contra la gente, señaló.

De los hechos, la citada comunidad responsabilizó al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, y exigió una mesa de diálogo urgente. Al gobierno federal demandó la expropiación del edificio del INPI, donde se encuentra la Casa de los Pueblos y las Comunidades Indígenas Samir Flores, y del resto de los inmuebles sobre los que desde hace tres años espera una respuesta para solucionar problemas de vivienda.

Por separado, el secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz Suárez, llamó a los integrantes de la comunidad otomí al diálogo y a encauzar su protesta por la vía pacífica, para evitar afectaciones a terceros y permitir el libre acceso en la avenida México-Coyoacán.

Tras asegurar que el operativo se realizó para liberar la vialidad –bloqueada por la comunidad otomí desde el día 11– y no para desalojar la sede del INPI, afirmó que la agresión provino de un grupo de 40 personas en contra de los trabajadores y 150 elementos de la policía metropolitana, algunos de los cuales resultaron lesionados.

A su llegada, los oficiales intentaron ingresar al inmueble sin importar que había mujeres, niños y adultos mayores, dijeron en conferencia de prensa voceros de la comunidad otomí. Sostuvieron que el coordinador de Concertación Política, Prevención y Buen Gobierno de Ciudad de México, Juan Gutiérrez, dirigió la operación de desalojo.

Detallaron que entre los heridos hay una niña de 13 años, quien fue golpeada por tres granaderos; una joven de 18 años lesionada con un escudo y pateada repetidas veces, además de dos mujeres mayores, quienes fueron arrojadas al piso por varios elementos.

La toma del edificio y el bloqueo de la avenida México-Coyoacán, advirtieron, continuará hasta que las autoridades del Gobierno de la ciudad atiendan nuestra demanda de vivienda y otros derechos, y a pesar del acoso de la policía y de la Guardia Nacional.

Recordaron que el sábado sostuvieron una reunión con Rodrigo Chávez, pero el subsecretario de Gobierno, Inti Muñoz, ni siquiera acudió al encuentro, ahora ofrecieron otra mesa de diálogo, como lo han hecho desde hace tres años.

Entre las demandas de la comunidad están la reanudación de obras de vivienda en la calle Zacatecas 64, colonia Roma, y también la expropiación del inmueble que alberga la Casa de los Pueblos, donde se encuentran, y que concluyan los procesos expropiatorios que están en trámite.