espués de tres intentos –en contra de Fernando Collor de Mello y dos veces en contra de Fernando Henrique Cardoso– Luiz Inácio Lula da Silva finamente salió elegido presidente de Brasil, en 2001, empezando su primer gobierno en 2002.
En su primera disputa electoral, para el gobierno de Sao Paulo, Lula tuvo un resultado decepcionante. La consigna de su campaña era: Un brasileño como usted, con la idea de que los brasileños mayoritariamente desearían ser como un trabajador, como Lula.
En la elección siguiente, la broma era la de que la consigna sería otra, con la candidatura de Eduardo Suplicy, de origen social claramente distinta: Un brasileño como a usted le gustaría de ser.
En seguida las campañas del Partido de los Trabajadores (PT) tuvieron otro carácter: el de denunciar las desigualdades sociales en el país más desigual del continente más desigual del mundo.
Fue a partir de aquel momento que Lula, el líder sindical que había liderado las huelgas decisivas para el fin de la dictadura. Lula se fue erigiendo como el principal líder político de la nación.
Para asumir ese rol, Lula se dio cuenta de que la lucha fundamental en Brasil era contra el neoliberalismo, política asumida por Fernando Collor de Mello y por Fernando Henrique Cardoso.
En lugar de las políticas de ajuste fiscal, el PT pasó a proponer las políticas sociales, para atacar las desigualdades sociales, a la exclusión social, el hambre y la miseria. De esa forma, el PT pasó a ser el más grande partido del campo popular y Lula el más grande líder político brasileño.
De emigrante del nordeste brasileño, la región más pobre del país, Lula se fue para Sao Paulo, donde tuvo todas las formas de sobrevivencia de los nordestinos en el sur de Brasil. De lustrabotas a vendedor callejero, hasta que llegó a ser obrero metalúrgico, de ahí a líder sindical. Participó en la fundación de la Central Unificada de los Trabajadores (CUT), del PT y del MST (Movimiento de los Sin Tierra).
Después protagonizó las candidaturas que he mencionado, de gobernador de Sao Paulo a la presidencia de Brasil. Victorioso finalmente, Lula se ha transformado en el mejor presidente que Brasil ha tenido.
Él ha sido víctima de la extrema derecha, que lo tomó preso, lo condenó, aun siendo inocente, le impidió candidatearse de nuevo a la presidencia de Brasil.
Lula pasó a ser considerado inocente por el Poder Judicial de todas las acusaciones. Ya candidato, Lula triunfó y ha vuelto a ser presidente de Brasil, desde el comienzo de este año.
El camino no ha sido simple ni fácil. Ha sido posible porque Brasil recuperó su democracia. Y porque Lula da Silva es el más grande e importante líder del pueblo brasileño.