Domingo 15 de octubre de 2023, p. 30
En la Ciudad de México ya se reconoce el contrato de arrendamiento de tierras de cultivo para acceder a programas de apoyo a la producción rural, una política que no existía en el país al ser un requisito para recibir ayudas comprobar la propiedad de la tierra, explicó la directora de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) de la Secretaría de Medio Ambiente capitalina (Sedema), Columba López Gutiérrez.
Al inaugurar la Feria de Promoción de Derechos y Servicios para las Mujeres Rurales, en el Parque Nacional Fuentes Brotantes, refirió que 74 por ciento de las productoras que reciben apoyos de la Corenadr no son dueñas de sus tierras ni de sus casas.
En el acto para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Rural, sostuvo que hay por delante una lucha que dar para que las mujeres campesinas puedan ser dueñas de sus viviendas y posesionarias de los derechos de propiedad de las tierras que cultivan.
En tanto, para contribuir a su desarrollo laboral y económico, resaltó el programa para capacitarlas en el uso de maquinaria agrícola y para adquirir un tractor, donde la Corenadr apoya con 50 por ciento de su valor y un crédito para financiar la otra mitad, a pagar en dos años, pero si la cosecha es buena se paga hasta en tres meses
.
Proteger el mercado rural
En la feria, en la que productoras de las alcaldías rurales ofrecieron hortalizas y productos elaborados a base de amaranto, nopal, miel, frutas y lácteos, entre otros, así como artesanías, Columba López instó a consumir productos de la zona rural de la ciudad para proteger el mercado local.
Consumamos primero lo que los productores locales de la ciudad producen y después lo de otros lugares para contribuir a tener una mayor calidad de los empleos en el campo, protegemos además el suelo de conservación y estamos mitigando el cambio climático porque un producto, entre menos kilómetros recorra, más ecológico es
, señaló.
En la feria participaron las secretarías de las Mujeres, de Salud, del Trabajo y Fomento al Empleo y de Cultura para promover los programas y servicios a los que pueden acceder las mujeres del campo, a fin de contribuir en su desarrollo y mejorar su calidad de vida.