Chihuahua, Chih., Migrantes que evadieron un operativo del Instituto Nacional de Migración y de la policía municipal de Ciudad Juárez en el bordo del río Bravo la noche del martes, instalaron un campamento con cobijas y casas de campaña en el lado estadunidense del cauce, a la altura de la puerta 36 del muro fronterizo ubicado en esa rivera, donde elementos de la Guardia Nacional de Texas reforzaron el cerco de alambre de púas que protege al muro y bloquearon los huecos por donde hace unas semanas cruzaron cientos de extranjeros para entregarse a la Patrulla Fronteriza.

Más de 100 indocumentados pernoctaron en el bordo del Bravo el martes después de cruzar el río y se unieron al campamento instalado por migrantes que llegaron antes. Los uniformados texanos montaron guardias con rifles de asalto, a pie y a bordo de ocho patrullas, para hacer desistir a los extranjeros de traspasar el alambre de púas; además, les sugirieron ir al puente internacional Zaragoza, agendar citas y pedir asilo en la aplicación electrónica CBP One.

En el lado mexicano del río Bravo continuaron presentes efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Juárez. El presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar, informó que alrededor de 500 migrantes cruzaron el Bravo antier. Aseguró que se les ofreció instalarlos en un albergue, pero ninguno aceptó ya que buscaban ingresar cuanto antes al país vecino, y quienes llegaron a la orilla estadunidense fueron procesados por la Patrulla Fronteriza.

Mientras, en la capital de Chihuahua, Gabriel Ángel García Cantú, diputado del PAN, presentó al Congreso local un exhorto a la Secretaría de Gobernación federal para que realice un padrón de los migrantes que están en Ciudad Juárez, verifique si pertenecen a grupos criminales y, de ser así, se les deporte de manera inmediata.