Pese al retroceso generalizado del dólar y de los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el peso no logró esquivar una tercera jornada consecutiva de depreciación.

La moneda nacional bajó 0.09 por ciento para cerrar en 17.9929 unidades por dólar spot. En tres sesiones acumuló una pérdida de 56 centavos.

De acuerdo con datos del Banco de México, el tipo de cambio operó entre un máximo de 18.1060 unidades y un mínimo de 17.9060. No obstante, antes de la apertura del mercado en América, se llegó a depreciar hasta 18.22.

El dólar detuvo momentáneamente su rally de ganancias, pues según el índice DXY, que mide el comportamiento de la divisa estadunidense frente a una canasta de seis monedas internacionales, se depreció 0.18 por ciento, a 106.522 unidades.

Ante un panorama económico internacional incierto, los precios del petróleo descendieron este miércoles alrededor de 5 por ciento, en medio de la sorpresa de caída del empleo en el sector privado en Estados Unidos.

De acuerdo con la encuesta ADP de empleo del sector privado de septiembre, en Estados Unidos se crearon 89 mil empleos, muy por debajo de los 150 mil empleos esperados por el mercado y siendo el menor nivel desde enero de 2021, cuando se perdieron 69 mil.

Así, la creación de empleo ligó tres meses consecutivos de desaceleración, algo que no ocurría desde octubre del año pasado.

Se enfría interés de deuda

El martes, datos macroeconómicos mostraron la resiliencia de la economía estadunidense, pero esta firmeza, avivó el temor a un nuevo repunte de tasas de la Reserva Federal (Fed) antes de que finalice el año, y alienta nuevos retrasos en el inicio de descensos de las tasas.

Los temores económicos enfriaron el interés del bono de Estados Unidos que bajó de 4.84 al 4.7350 por ciento.

Los futuros del crudo Brent se hundieron 5.62 por ciento, a 85.81 dólares por barril. El crudo West Texas Intermediate (WTI) se derrumbó 5.01 dólares, a 84.22 dólares. Los precios del petróleo han caído alrededor de 10 dólares desde el cierre de la semana pasada.

Tras el fuerte castigo previo, los mercados accionarios de Estados Unidos rebotaron, mientras la acelerada caída de los bonos tomaba un respiro y los inversionistas se preparaban para las consecuencias de la histórica destitución del presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.