Si bien expresó satisfacción por los cambios hechos por su administración y el cumplimiento, según dijo, de 99 de los 100 compromisos ofrecidos (sólo falta el caso Ayotzinapa), a poco menos de un año de que termine su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que aún falta por hacer. Es mucho el atraso, el rezago. Se dedicaron por décadas a robar y se olvidaron del pueblo. No se puede resolver del todo en seis años. Ya comenzó la transformación, hay que darle continuidad.

Sobre el proceso interno de selección de candidatos a coordinar los comités estatales de defensa de la 4T, deslizando críticas al rumbo que han tomado, dijo: ¿Quién va a decidir? La gente. Puede haber ahí un acuerdo de grupos o sectas, pero al final son las encuestas. Está probado que una encuesta bien realizada es lo más cercano a la realidad. No sólo es una, son dos, o tres, o cuatro, o cinco.

Más adelante, para cerrar el tema agregó: “Ya no me voy a meter más. Por eso, el mejor método es que la gente decida. Y hay que tener cuidado con los farsantes, mucho cuidado.

Como no estamos hablando de la elección del año próximo, no nos pueden multar, estamos hablando de la historia de la política electoral. Minutos antes refirió datos de la elección de 1994 y la forma en la cual los antiguos gobiernos buscaban imponer a la izquierda candidatos a modo.

López Obrador arrancó su conferencia con una despedida al procurador federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, quien tuvo su última presentación porque dejará su cargo para buscar ser el coordinador de la defensa de la 4T rumbo al cambio de gubernatura en Guanajuato; sin embargo, el mandatario no informó quién será el sucesor ni sobre otras renuncias entre sus colaboradores, tema que la semana pasada ofreció abordar.

Ricardo (Sheffield), como servidor público nos ayudó mucho. Es muy eficiente. Estar informando sobre quién es quién en los precios ayuda porque con la competencia se logra que haya más equilibrio en la oferta de bienes y servicios. No hace falta aplicar medidas coercitivas, multar o establecer precios oficiales en las mercancías o en los alimentos, pues con la competencia se puede.

Destacó que una fórmula para estabilizar los gastos de los hogares ha sido mediante el subsidio precio de las gasolinas, un concepto que en el periodo neoliberal era un sacrilegio. No se podía hablar de subsidios.

Aseguró que en este sexenio no habido incrementos en términos reales para las gasolinas, la energía eléctrica y el gas. Sostuvo que el precio del cilindro de 20 litros del combustible LP se ha mantenido en 400 pesos.

Y en un entorno electoral, en el que todo tiene un sesgo político, llamó a la gente de Coatzacoalcos a no dejarse manipular para oponerse al nuevo relleno sanitario para esa ciudad y Minatitlán, obra que está gestionando la secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores González.

Aunque reconoció que a nadie le gusta tener un relleno cerca, es una necesidad para beneficio social, por lo que llamó a dejar la politiquería electorera y buscar acuerdos.

Sin mediar pregunta, el Presidente abordó el tema de que ha comenzado su último año de gobierno, pero apuntando: los adversarios no deben comer ansias, porque con el ritmo de trabajo que tiene su gobierno, de 16 horas diarias y de lunes a lunes, se duplica ese periodo.

El mandatario tabasqueño rei-teró: terminando mi mandato desaparezco de la escena pública y no vuelvo a participar en política, ni doy consejos a políticos ni quiero ser líder moral, ni jefe máximo ni caudillo, mucho menos cacique. Soy Andrés Manuel y voy a estar dedicado a leer y a escribir.