La Guardia Nacional y la policía municipal montaron un operativo de vigilancia en la zona cercana al faro de Playas de Tijuana, Baja California, luego de que migrantes aprovecharon las obras de remplazo del muro fronterizo para cruzar a Estados Unidos.

Ayer por la mañana, mujeres, niños y hombres brincaron el cerco de malla ciclónica y tubos metálicos hacia territorio estadunidense, un día después de que un grupo grande aprovechó que la valla de alambre estaba caída y había huecos entre los barrotes para entrar al país vecino.

Trabajadores de Estados Unidos sólo observaron al grupo que ingresó –seguido incluso por un perro–, por lo que este miércoles la malla ciclónica ya estaba levantada, lo que no detuvo a los indocumentados.

Algunos de ellos fueron interceptados por agentes de la Patrulla Fronteriza, mientras que del lado mexicano al menos dos varones, aparentemente no connacionales, fueron detenidos por militares y entregados a personal del Instituto Nacional de Migración (INM).

En tanto, el Consejo de Supervisores del condado de San Diego, California, votó el martes de manera unánime para declarar crisis humanitaria y solicitar apoyo federal por la llegada creciente de personas que buscan asilo.

Los integrantes del organismo afirmaron que el número de extranjeros no se ha reducido, y sólo durante las dos semanas anteriores se registró la llegada de más de 8 mil personas, de acuerdo con la prensa estadunidense.

Mientras, agentes del INM, elementos de la Guardia Nacional y policías de la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua bajaron la noche del martes a decenas de indocumentados de un tren de carga que iba a Ciudad Juárez, en el kilómetro 198 de la carretera Chihuahua-Delicias. Esto obligó a los extranjeros a caminar más de 20 kilómetros hasta la zona urbana de la capital del estado.

Al menos cuatro de esos migrantes recibieron atención médica; tres de ellos cayeron de un vagón y uno se fracturó un brazo; además, fue trasladada a un hospital una mujer que se desmayó mientras caminaba a mitad de la carretera, reportaron autoridades policiacas.

Los tres extranjeros que cayeron del convoy fueron trasladados de Estación Consuelo a la Comandancia del Seccional de Cárdenas, donde fueron entregados al INM, mientras la mujer fue atendida por paramédicos en la altura del kilómetro 185 de la carretera mencionada.

Algunos de los extranjeros optaron por continuar su viaje de 400 kilómetros de distancia hacia Ciudad Juárez a bordo de taxis de aplicación telefónica, como Uber y Didi, que contrataron después del operativo.

En este contexto, las deportaciones masivas de indocumentados, en grupos hasta de 200 personas a la vez, continúan por el Puente Nuevo de Matamoros, Tamaulipas, que une a esa ciudad con Brownsville, Texas. Esto ha obligado a autoridades tamaulipecas a buscar refugio y asistencia para los expulsados mientras se consigue cómo devolverlos a sus lugares de origen, pero los refugios instalados en Matamoros ya están saturados.