Tapachula, Chis., En la frontera de México con Guatemala se han cometido al menos 24 ejecuciones en los últimos cinco meses asociadas con extorsiones, disputa por tráfico de migrantes, venta de drogas al menudeo y rivalidad de pandillas, entre ellas La Mara Salvatrucha, de acuerdo con reportes policiales.

Los asesinatos se han perpetrado con extrema violencia, pues han aparecido restos de personas desmembradas y decapitadas. La mitad de los crímenes se concentran en el municipio de Suchiate; mientras, en Tapachula se han cometido ocho homicidios, según un conteo realizado por La Jornada de mayo a lo que va de septiembre.

Apenas el fin de semana, durante los festejos patrios, dos hombres (un mexicano y un guatemalteco) fueron ultimados a balazos en dos hechos distintos en el municipio de Suchiate. El primero fue identificado como Marco Antonio N, de unos 40 años, y el segundo como Élmer Leonardo A. M., de 18 años.

Otro poblador de la comunidad El Gancho, Argelio E. R., de 54 años, fue ejecutado la semana pasada de al menos cinco disparos de arma de fuego en un rancho platanero. A principios de septiembre se encontraron restos humanos en la playa El Gancho: un tórax sin cabeza, brazos ni piernas.

En agosto, un enfrentamiento a tiros en pleno centro de la ciudad dejó un muerto y al menos dos heridos. Según reportes de la policía, en la refriega participaron varios hombres armados que se desplazaban en tres camionetas.

A finales de ese mes, dos mujeres fueron asesinadas a balazos en Tapachula. El primer crimen fue el de la comerciante Verónica L., frente a las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El segundo, el de la enfermera, Yasmín E. V., a dos cuadras de la 36 Zona Militar.

Javier Cruz Aguilar, ex presidente municipal de Suchiate, aseguró que la localidad experimenta una ola de inseguridad que ha obligado a muchas personas a resguardarse en sus hogares y no salir a ciertas horas de la noche.

La policía, rebasada

Consideró que la policía local ha sido rebasada y que la presencia del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional no ha sido suficiente para disuadir a los grupos criminales.

Dos o tres patrullas andan cuidando a Sergio Peralta, hijo de la presidenta municipal (Sonia Eloína Hernández Aguilar) y otros vigilan a la alcaldesa. ¿Y la seguridad para el pueblo dónde queda?, cuestionó.

Añadió que se han suscitado enfrentamientos entre traficantes de migrantes, policías y militares, pero los sucesos no han trascendido por presuntos actos de corrupción entre las mismas autoridades, principalmente municipales.