Opinión
Ver día anteriorLunes 18 de septiembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Aprender a morir

¿Regresa el miedo?

L

a pandemia no fue provocada para disminuir el número de ancianos en el mundo, tampoco para incrementar la venta de millones de medicamentos, equipos médicos, inventos desinfectantes y sanitizadores, miles de millones de cubrebocas, sobresaturación de hospitales públicos y privados y la inimaginable producción de vacunas anticovid para dóciles consumidores, no.

Se trató de un megaexperimento para medir los niveles de credulidad de la sociedad humana y su capacidad de contagio, no de un virus mortífero, sino del pánico, de un fomentado pavor colectivo ante la posibilidad de perder la vida. Con perdón de la ciencia y del gran capital, vacunados o no, tarde o temprano usted y yo, como el resto de la humanidad, perderemos la vida de una manera u otra porque la naturaleza de nuestro organismo es inevitablemente finita.

Ahora, de lo que no quieren darse cuenta los dueños del sistema, los beneficiarios de los grandes negocios globales, es que no sólo están asustando de nuevo a la población mundial, sino algo más peligroso: la están enojando, una vez que ésta empieza a darse cuenta de que vuelve a ser objeto de antojadizas manipulaciones de farmacéuticas y medios desinformadores, antes que para salvar vidas para continuar incrementando ganancias.

Así, la Organización Mundial de la Salud, esa cómplice eficaz de los barones del dinero disfrazados de salvaguardas de la salud, ha alertado por el aumento de casos de covid en el mundo durante agosto. Con estadísticas más precisas que los inmensos ingresos que ha propiciado, estima en 1.5 millones los nuevos casos de coronavirus. La persuasiva organización anunció además que vigila una nueva variante de covid-19 llamada Eris, subvariante de Ómicron. Por su parte, la solidaria UNAM recomendó retomar el uso del cubrebocas en espacios cerrados tras detectar cambios en el comportamiento del covid en México, que aún circula en el país, pero aclaró que las defunciones por ese concepto se mantienen sin cambios que destacar. No, pos sí.

Algunos científicos sostienen que el covid y sus variantes son virus fabricados por humanos y que no entraron en circulación escapando de los laboratorios, sino que covid-19 y Ómicron son creaciones de laboratorio, y que Ómicron fue una decepción para sus creadores porque resultó ser similar a una cepa de vacuna más débil. En todo caso, continuar promoviendo miedo y coraje resulta, por lo menos, estúpido.