Lampedusa. La afluencia de migrantes a Lampedusa se redujo ayer, mientras las autoridades trasladan a Sicilia y a la península a miles de personas que llegaron esta semana a las costas de esta isla mediterránea cercana al norte de África.

A menos de 150 kilómetros de la costa tunecina, Lampedusa es uno de los primeros lugares de escala para los migrantes que atraviesan el Mediterráneo para llegar a Europa, un peligroso trayecto en el que han muerto más de 2 mil personas desde enero pasado.

Sin embargo, la situación nunca fue tan dramática en esta isla, donde desembarcaron la mayoría de los 11 mil migrantes que llegaron a Italia entre el lunes y el miércoles, según el Ministerio del Interior italiano. Un vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) indicó que en Lampedusa desembarcaron 8 mil 512 migrantes esos mismos días, número de personas superior a la población insular.

El centro de acogida de la isla gestionado por la Cruz Roja, con capacidad para 400 personas, se vio desbordado y las autoridades empezaron a trasladar a los migrantes a Sicilia o a puertos en la península.

Desde antier se formaron largas filas para tomar los camiones y camionetas que los llevarían al puerto, donde debían embarcar para su traslado. La Cruz Roja Italiana (CRI) informó que ya se efectuaron 700 traslados y que se esperaba que otras 2 mil 500 personas abandonaran este punto durante esa jornada.

Al mismo tiempo, los migrantes continuaron llegando a la isla, por sus propios medios o rescatados por los guardacostas. Los migrantes siguen llegando, pero los estamos gestionando, aseguró Francesca Basile, responsable de migración de la CRI, cerca del centro.

Antenoche arribaron 121 indocumentados en tres embarcaciones que partieron de Sfax, Túnez, y de Zuara, en Libia, según el recuento de la guardia de finanza. De ellos 14, eran mujeres procedentes de Egipto, Siria, Sudán, Guinea, Camerún y Costa de Marfil.

Cientos de personas han dormido a la intemperie, acogiéndose a la generosidad de los habitantes que les llevaron agua y comida. No es fácil estar aquí, admitió un joven gambiano llamado Omar, que espera reunirse con su hermano en los Países Bajos tras seis meses de peligroso viaje.

Ante esta crisis, Italia prevé adoptar medidas de emergencia para luchar contra el flujo de inmigrantes irregulares, declaró la primera ministra del país, Giorgia Meloni.

A partir de mañana el Consejo de Ministros de Italia aumentará de 12 a 18 meses el plazo de estancia de los indocumentados en los centros de acogida, a donde son trasladados para su posterior repatriación. Otra medida, que implicará al Ministerio de Defensa, tiene que ver con los propios centros de repatriación, donde los migrantes permanecerán durante todo el periodo de consideración de su estatus migratorio.

Las autoridades de la península indicaron que unas 126 mil personas llegaron a sus costas en lo que va de año, frente a 65 mil en el mismo periodo de 2022. Estas cifras aún no superan las de 2016, cuando más de 181 mil migrantes, muchos sirios huyendo de la guerra, llegaron a Europa ilegalmente.

Se tiene previsto que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viaje hoy a Lampedusa para dar su apoyo a Meloni, en un gesto que relanza el difícil debate sobre el reparto de responsabilidades en la UE ante la cuestión migratoria.