La matrícula de la universidad puede crecer un poco más
El médico veterinario propone que la parte teórica de infinidad de asignaturas se imparta a distancia
Además de la necesidad de corregir el desbalance en la distribución de recursos y generar más plazas de docentes de carrera, el aspirante señala que, ante el deterioro de las instalaciones en CU y las FES, habría que pedir al Legislativo una partida especial de presupuesto para remozar toda la institución
Viernes 15 de septiembre de 2023, p. 10
Una de las prioridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para los siguientes años debe ser generar mayores equilibrios en el ejercicio de su presupuesto, ya que a una parte de sus maestros e incluso de sus planteles se les ha destinado menores recursos que a la otra, señaló Jorge Alfredo Cuéllar Ordaz, ex director de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán.
En entrevista con La Jornada, el médico veterinario consideró que la matrícula universitaria aún podría extenderse un poco más, si se aprovechan los espacios de las escuelas ubicadas fuera del centro del país, y recalcó que la máxima casa de estudios debe buscar diálogo y acercamientos con quien, si las encuestas no se equivocan, va a ser la primera mujer presidente en México
.
Como parte de su propuesta de trabajo en busca de llegar a la Rectoría, Cuéllar se aventuró a proponer la realización de un nuevo Congreso Universitario, donde la UNAM atienda sus urgencias
, y a revisar la infraestructura de todos los inmuebles de mayor antigüedad en la institución, los cuales ya acusan recibo del paso del tiempo.
Avances y aciertos
–¿Cómo ve actualmente a la universidad?
–Hay muchos avances, y no se trata de cambiar nada radicalmente, porque ése sería un error garrafal. Una de las cosas que se han hecho bien es la proyección nacional e internacional que hoy tiene la UNAM, además de los programas de renovación de la planta docente. En ese aspecto, yo propongo reducir la edad de jubilación a 65 años y darle oportunidad a gente joven de alto nivel y con buenos grados académicos.
Otros aciertos han sido las nuevas sedes y nuevas licenciaturas que tiene la universidad con el mismo presupuesto; el impulso al tema de la cultura, que para mí es un factor de cambio para evitar riesgos a la juventud, y los programas de racionalización del gasto, aunque ha faltado difusión de sus impactos.
–¿Qué sería necesario cambiar?
–Hay un desbalance en la distribución presupuestal. Los gastos de docencia representan 80 por ciento de los recursos de la universidad y el sector que se lleva el mayor monto es el personal de carrera. Podemos trabajar para generar más plazas de maestros de carrera porque tenemos un problema de baja cantidad de ellos.
“Se requiere hacer un análisis y un diagnóstico muy profundo del tema de los profesores de asignatura, porque en varias escuelas existen maestros que tienen hasta 40 horas a la semana. Quizá la universidad cometió un error al no transmitir a la sociedad que un maestro de asignatura es un profesionista a quien contratamos por cinco o seis horas y a quien no le vamos a resolver la vida, porque ya tiene otro trabajo.
“Esta figura se ha distorsionado porque hay maestros que lo han hecho su modo de vida y por eso se ha vuelto precario. Esto hay que resolverlo, regresando la figura a las características que debe tener; eso es lo ideal y lo que marca la legislación, pero no se puede hacer ahorita, porque sería generar un problema grave. Si fuera rector, generaría un acercamiento con ellos para analizar y resolver la situación.
Por otra parte, entre mayor personal de carrera tenga una escuela, tiene mayores fondos y ahí también hay inequidad. Por ejemplo, la FES Cuautitlán tiene mil 400 millones de pesos de presupuesto anual y la Facultad de Veterinaria, poco más de mil millones, pero ellos tienen 3 mil 500 alumnos y nosotros 17 mil. Hay diferencias e inequidades incluso entre las propias FES.
–¿Se puede decir que algunas escuelas están más olvidadas?
–Sí. En Cuautitlán, por ejemplo, nunca pusieron la barda perimetral, aunque somos el segundo campus más grande de la UNAM y era un costo tremendo, pero tampoco tenemos instalaciones deportivas y no tenemos un auditorio digno.
Las FES ya tienen 50 años y el deterioro físico ya es notorio, aunque Ciudad Universitaria también tiene un problema grave de instalación hidráulica, eléctrica y de drenaje, además de que los edificios hay que actualizarlos con las nuevas especificaciones en casos de emergencia. La Escuela Nacional de Estudios Superiores Juriquilla está envidiable, pero nosotros ya estamos obsoletos. Yo le pediría al Congreso una partida especial de presupuesto para remozar toda la UNAM.
–¿La matrícula puede crecer más?
–Creo que todavía podemos crecer al explorar que toda la parte teórica de una infinidad de asignaturas se den a distancia y las habilidades de destreza de forma presencial, así reducimos de 30 hasta 100 por ciento la presencia de gente en las instalaciones y les quitamos gastos y complicaciones de traslado a los alumnos. Hay carreras como derecho, contaduría o informática que requieren un mínimo de presencia y la universidad podría tener más cabida.
“Otra opción más complicada es que los nuevos planteles de la UNAM, que todavía tienen bajas matrículas (como León, Mérida o Juriquilla) pueda llevar carreras como medicina, veterinaria o derecho, porque así se generaría más oferta educativa, aunque el problema sería competir
con las universidades locales.”
–¿Qué hacer para mejorar la relación con el gobierno?
–Desde que inició este gobierno, siento que hubo un distanciamiento e incluso un enfrentamiento en algunos momentos, con temas como la asignación presupuestal y la pertinencia
de la universidad. El Presidente ha sido muy crítico y después vino el problema del supuesto plagio de la ministra (Yasmín Esquivel). No debemos estar totalmente de acuerdo, pero sí platicar y ceder.
En caso de ser rector, yo haría un acercamiento muy fuerte con el gobierno. Si las encuestas no se equivocan, tendremos a la primera mujer presidente en México y desde luego hay que buscar acercarse, no aislarse ni muchos menos enfrentarse. Siempre hay que privilegiar el diálogo, el trato respetuoso y los acuerdos.
Violencia de género e inseguridad
–¿Qué hacer en términos de violencia de género e inseguridad?
–Se ha atendido el tema de la violencia de género, pero no ha sido suficiente. Debe haber una cultura de impulsar la equidad y evitar la violencia. También debemos generar una cultura de autocuidado, porque a veces veo que los jóvenes sacan su teléfono y no se fijan en su entorno, y así se arriesgan. Las damas a veces no van acompañadas y se meten en calles peligrosas. Si avanzáramos en esa cultura, ayudaríamos no a resolver el problema, pero sí a reducirlo.
–¿Qué más puede hacerse para mejorar la UNAM?
–Yo estuve en el Congreso Universitario de 1990 y creo que podría ser una oportunidad de hacer un nuevo espacio de este tipo, no por presión, sino por convicción. Ahí podríamos atender las urgencias de la universidad, como la actualización de su marco legal, la restructuración presupuestal, la atención al sector académico y la necesidad de mayor matrícula.