En las áreas devastadas por la tala ilegal e incendios forestales intencionales se volverán a apreciar bosques sanos en siete u ocho años, con acciones como el Restauratón, que coordinó ayer el gobierno capitalino para reforestar 30 hectáreas del paraje Las Espinas, del Parque Nacional del Ajusco, en Tlalpan, donde se sembraron 100 mil árboles de pino y oyamel, arbusto de vara perlilla y plantas de lupino y cosmo.

Columba López Gutiérrez, titular de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural, explicó que son al menos 800 hectáreas afectadas por las actividades ilícitas de las 44 mil de suelo forestal con las que cuenta la ciudad, y aseguró que en el caso de la tala las acciones conjuntas de los gobiernos capitalino y federal han logrado contenerla, pero el problema persiste en los bosques colindantes de los estados de México y Morelos.

Cientos de personas acudieron ayer al llamado de la dependencia en familias y grupos; boy scouts, sindicatos, de la tercera edad o que se organizaron como voluntarios en áreas del mismo gobierno capitalino, además de representantes de núcleos ejidales para participar en el Restauratón, junto con alrededor de 5 mil brigadistas.

Una ladera contigua a la carretera Xalatlaco-El Ajusco fue elegida por ser un área devastada por la tala ilegal e incendios provocados para establecer ranchos, que fueron previamente liberados de alambradas con las que habían sido delimitadas y que además dañan la fauna silvestre.

Además de plantar árboles, se restaura el sotobosque, que permitirá acelerar el crecimiento de los árboles, y se ha alcanzado una supervivencia de 75 por ciento de los individuos sembrados contra 50 por ciento del promedio nacional, explicó la funcionaria.

Hana y Karla, de la colonia La Joya en la misma alcaldía Tlalpan, vieron la convocatoria en redes sociales, se registraron para participar y acudieron con un perro labrador y una chihuahueña, Maya y Canela, la invitación decía trae a tu familia y trajimos a ellas.

Dijeron que antes de la pandemia iban el Pico del Águila para hacer senderismo y participar en la siembra de árboles, es su manera de contribuir a que el bosque no se pierda.