ntre 1967 y 1968 The Mothers Of Invention ya era un culto a voces, sin grandes ventas, sorprendidos y fans, quizás escasos, en todo el mundo. Su soez descaro desafiaba a medios, religiones y presidentes. Asociados al selecto club del rock dadá junto con Captain Beefheart, Bonzo Doo Dah Dog Band y en un primer momento Soft Machine y Alice Cooper, Las Madres traían un desmadre peligrosamente musical. Practicantes de un free rock en deuda con el jazz, Frank Zappa y su banda de zaparrastrosos parecían capaces de cualquier barbaridad. En 1968 publican We’re Only in it for the Money, caricaturizando a la industria musical con una portada que parodia demoledoramente a Sgt. Pepper’s. Molesto, McCartney la desautorizó y sólo salieron, en un acercamiento, Las Madres vestidos de señora.
En ese momento se anotan un 10: engañando a todos, sacan encubiertamente un álbum de rocanrolitos nostálgicos del llamado woo dop, con una fuerte carga de Ritchie Valens, bajo el nombre de Ruben & The Jets. La dosis mexicana del grupo se acentuaba en el protagonismo de Rubén Guevara, siendo en realidad las mismísimas Madres de Los Ángeles. Y que nos la tragamos público y mercado. De impecable factura instrumental, vocalizaciones de época
onda Jersey Boys o The Platters, y un repertorio sensible, el disco Ruben & The Jets subió en las listas de ventas como nunca más lo haría Zappa. Pronto se supo del engaño, pero el golpe paródico estaba dado.
Vendrían intentos menos eficaces para ocultar supergrupos anónimos
. Fue el caso de New Riders Of The Purple Sage, inicialmente un alias para miembros de Grateful Dead, Jefferson Airplane y otros músicos de San Francisco hacia 1969. Dos décadas después, en 1988, un supergrupo embozado se anotaría el gol inicial, aunque enseguida hubieron de delatarse: The Traveling Wilburys. Se conocía el nombre como proyecto de George Harrison, pero al revelarse la identidad de los cinco hermanos Wilbury, hijos de Charles Truscot Wilbury, resultaron ser Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty, Jeff Lyne y el propio Harrison, palomeando en la cocina de David Stewart, el güey de Eurythmics.
Las tres experiencias referidas tienen en común que prosiguieron como grupos con vida propia pasado el truco inicial. No fue el caso del asimétrico trío inglés Thunderclap Newmann, que la pegó con un hit irrepetible en 1969 (Something in the Air); se trataba de un proyecto de Pete Townshend para su amigo Speedy Keen.
Siempre han aparecido grupos miméticos a poca distancia del plagio, parodia o copia virtuosa de otras bandas. Los británicos de XTC sonaron mucho a Los Beatles sicodélicos, y también a The Who, el primer Pink Floyd, The Kinks, Beach Boys; esas imitaciones crearon su identidad. Los canadienses The Guess Who?, ya con la intención en el nombre, siguieron un camino similar con rolas ranchonas, sicodélicas o lodosas a tono con el territorio sonoro estadunidense.
Los que sí montaron todo un numerito fueron los falsos Beatles llamados The Rutles (algo así como los surcos
), invención del genial comediante Eric Idle, miembro de la pandilla Monty Python, que desde 1969 desternillaba al público en la televisión británica y en sus primeras películas, siendo su cineasta nada menos que Terry Gillian. Gente universitaria de Cambridge y Oxford, you know, con un ingenio muy inglés.
La cosa es que por ahí en los años 70 Idle arma una banda paródica con músicos reales, grabando canciones como Blue Suede Schubert, Ouch!, Cheese and Onions, Hold My Hand. De ello surge el falso documental All You Need Is Cash (1976), aprovechando sus sketches televisivos, que cuenta el ascenso-y-caída hilarante de este trasunto Beatle, de los Fab a los Pre Fab Four. Incluye testimonios
de Mick Jagger y Paul Simon como ellos mismos, y en papeles ficticios a George Harrison, John Belushi, Bill Murray y Dan Aykroyd, en clara complicidad con los comediantes estadunidenses de Saturday Night Live, a su vez futuros creadores de los Blues Brothers (John Landis, 1980).
La música era real, y divertida como todo lo de los Monty. Existen propiamente tres discos, aunque fingieron más, y canciones que sólo tenían título: Your Mother Should Go, Can’t Buy Me Lunch, I Am the Waitress, All You Need Is Lunch. Su discografía falsa incluye Rutles For Sale, Yellow Submarine San dwich, Sgt. Rutter’s Dart Club Band, The Shite Album, Tragical History Tour (https://www.youtube.com/watch?v=AE_RKOiGVhI). Crean Rutlandia, una realidad paralela donde los ídolos pop son The Rutles. Recogería la música The Rutland Weekend Songbook. En 1978 un disco homónimo eleva la parodia directa de conocidas canciones de Los Beatles. Hasta 1996 saldrá Archeology con canciones inéditas.
Amigos de George Harrison y Ringo Starr, cuatachones de John Lennon (sólo Paul se opuso al juego Rutle), de nada les sirvió a la hora de ser demandados por los dueños entonces de los derechos originales. Lennon se lo advirtió a Idle: “¡Aguas!, Get Up And Go se parece demasiado a Get Back”. Y sí, les cayeron los abogados de ATV Music y tuvieron que pagar por las 14 rolas de Idle contenidas en The Rutles. Por lo demás, Harrison colaboraría con Monty Python y algunas películas de Terry Gillian.
Un cínico trasunto Beatle fueron The Monkees, infame banda de Los Ángeles nacida para la televisión que llegó a grabar
varios discos entre 1966 y 1970, con altas ventas, pobres ideas musicales y sonsas parodias no aptas para mayores de 10 años.