Quito. En seis prisiones de Ecuador, 57 policías y guardias penitenciarios fueron retenidos en lo que el gobierno atribuyó a una acción de amedrentamiento al Estado del crimen organizado, el mismo día en que se confirmaron cuatro ataques con coches bomba antenoche y ayer, dos de ellos en Quito, que no dejaron heridos y las autoridades relacionan como una respuesta a las operaciones de control realizadas por la fuerza pública en las prisiones de esta semana.

Estamos preocupados por la seguridad de nuestros funcionarios, expresó en rueda de prensa el ministro de Interior, Juan Zapata, sin ofrecer más detalles sobre los 57 funcionarios retenidos, por motivos de seguridad, mientras son liberados.

El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI), ente responsable del sistema penitenciario, precisó en un comunicado que información preliminar permite concluir que este suceso sería una respuesta de grupos criminales ante las intervenciones de la fuerza pública en los centros carcelarios.

Sin embargo, las autoridades también señalaron que la retención es en protesta por el traslado de reclusos a otras cárceles, lo que ha generado confusión.

Antier, cientos de soldados y policías realizaron un operativo de búsqueda de armas, municiones y explosivos en una cárcel de la sureña ciudad andina Latacunga, una de las principales de la nación y escenario de las frecuentes matanzas entre reclusos que dejan más de 430 muertos en todo el país desde 2021.

Respecto de los coches bomba, la detonación más fuerte ocurrió en la madrugada de ayer afuera de una de las oficinas del SNAI, situada frente a una universidad.

Horas antes, antenoche, estalló otro vehículo en una zona cercana a donde funcionaba anteriormente la misma institución, informó la autoridad de seguridad pública.

Entre los restos de las explosiones se encontraron cilindros de gas de uso doméstico, combustible, mechas lentas y tacos de dinamita, precisó en conferencia de prensa el director de investigación antidrogas de la policía, Pablo Ramírez, a casi un día del primer ataque, y relacionó las explosiones como una respuesta a varios traslados de reos.

La fuerza pública confirmó que otros dos vehículos estallaron esa misma noche en la provincia de El Oro, fronteriza con Perú. El primero en la pequeña localidad de Casacay, 370 kilómetros al suroeste de la capital, y el otro en la zona conocida como Bella India, sin dejar víctimas o daños. No se informó si estos hechos están vinculados con lo ocurrido en la capital.

El ministro Zapata afirmó en la misma conferencia que se trata de identificar a la organización criminal que estaría detrás de estos actos terroristas y confirmó que 10 personas, la mayoría con antecedentes penales, fueron detenidas por los estallidos en la capital. La autoridad indicó horas antes el arrestó de cinco ecuatorianos y un colombiano.

Otro hecho que causó alarma en Quito se produjo cuando un incendio provocado por un grupo de adolescentes en un centro de detención juvenil, que alberga a unos 90 internos al norte de la ciudad, dejó cuatro heridos leves, confirmó el director de operaciones de los bomberos, Carlos Moncayo.

Ataque a correísta

Además, un presunto atentado contra la candidata a la presidencia por el movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, denunció el ex mandatario Rafael Correa en redes sociales.

Nos dicen que han detenido a este tipo con armas y que declaró que era para un atentado contra Luisa. Necesitamos verificar esto, precisó.