Miércoles 30 de agosto de 2023, p. 21
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) está tras más de una docena de ciudadanos uzbekos que solicitaron asilo en Estados Unidos tras ingresar al país por la frontera sur a principios de año, luego de que funcionarios de inteligencia descubrieron que los migrantes viajaron con la ayuda de un contrabandista con vínculos con el Estado Islámico (EI), informó la cadena CNN.
La FBI aún investiga a todos los individuos que ingresaron de esta manera, y algunos reciben trato de posibles amenazas criminales
, afirmó Adrienne Watson, vocera del Consejo de Seguridad Nacional. Por lo pronto, no ha sido detenido ninguno de los uzbekos, pero el hecho ameritó un reporte urgente de inteligencia que circuló entre los principales miembros de gabinete del presidente Joe Biden.
Dos fuentes de CNN indicaron que el incidente ha provocado una serie de reuniones urgentes entre funcionarios del más alto nivel, a poco tiempo de que arranque la campaña para los comicios de 2024.
Fuentes cercanas a la investigación señalaron que la llegada de los uzbekos es muestra de que Estados Unidos es profundamente vulnerable a que posibles terroristas
ingresen por la frontera sur y se hagan pasar por solicitantes de asilo.
No hay indicios de que los individuos a los que ayudó esta red tengan conexiones con organizaciones terroristas extranjeras o que planeen algún ataque en Estados Unidos
, dijo Watson a CNN.
Agregó que desde que se obtuvo esta información, las agencias de seguridad han comenzado a detener, vetar y expulsar a migrantes en la frontera sur que correspondan al perfil asociado
con los uzbekos. Se cree que quienes hicieron el traslado no pertenecen al EI, sino que son contratistas simpatizantes.
La FBI buscó la colaboración de Turquía, que arrestó a miembros de una red de contrabandistas y obtuvo información que utilizarán para investigar tanto a los migrantes uzbekos como a quienes les facilitaron la llegada a Estados Unidos.
Por otra parte, un reportaje de las publicaciones Military Times y The Texas Tribune encontró que miembros de la Guardia Nacional de Texas renunciaron a sus puestos de inteligencia a los que fueron asignados como parte de la Operación Estrella Solitaria, con la que el gobernador texano, Greg Abbott, quiere combatir la migración indocumentada, pues consideraron que su labor violaba reglas de operaciones de espionaje del estado.