A partir de los tres movimientos del Concierto para violín, del compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, las coreógrafas Yazmín Barragán, Rosario Murillo y Sonia Jiménez crearon tres obras que forman parte del programa que la Compañía Nacional de Danza (CND) presenta en el Palacio de Bellas Artes del 27 de agosto al 3 de septiembre.

La melancolía, el amor fallido, la colectividad y la concepción del pensamiento femenino son algunos de los temas que las creadoras abordan en sus propuestas coreográficas, cuya música es interpretada en vivo por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, con dirección de la chilena Alejandra Urrutia, actual titular de la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal de Santiago. La violinista solista en la temporada es Angélica Olivo.

Las coreografías están inspiradas en los tres movimientos del único concierto que Chaikovski escribió para violín, mientras estaba sumergido en una depresión a causa de la ruptura con su esposa Antonina Ivanovna Miliukova.

Alejandra Urrutia, quien dirigirá a la orquesta de Bellas Artes, dijo en entrevista que la obra de Chaikovski es muy importante en el repertorio tradicional para violín, y en esta ocasión tres coreógrafas crearon tres propuestas distintas.

Al comienzo del programa de la CND, dirigida por Elisa Carrillo y Cuauhtémoc Nájera, se presentan los dos primeros movimientos, que las creadoras mexicanas Yazmín Barragán y Rosario Murillo estrenaron en 2019 y 2020.

Barragán investigó lo que ocurrió alrededor de la creación musical de Chaikovski para montar una pieza que representara la nostalgia con movimientos alargados y contenidos, dotando de imagen a una emoción y sin contar una historia. Como es una pieza en la que la música viene por todas partes, traté de hacer cambios: salidas y entradas, elevaciones y movimientos a ras de piso; es decir, adentrarme a pasos contemporáneos ágiles y dinámicos.

Murillo, por su parte, pensó en una coreografía con lenguaje clásico, más íntima: “Este segundo movimiento, que también llamó Nostalgia de lo que nunca fuimos, es unipersonal. Es una pieza creada para una bailarina que pueda reflejar los sentimientos que surgen al imaginar lo que pudo ser en una relación; percibo esta Canzonetta como si la hubiera escrito para él, para escucharla y sentirla en la soledad de una pequeña habitación”.

El tercer movimiento estuvo a cargo de la bailarina y poeta Sonia Jiménez, quien reúne en un mismo escenario la visión dancística del Concierto para violín completo.

“Al ser un proyecto muy femenino, quise trabajar esta última parte del concierto de Chaikovski con puras mujeres. Son 25 bailarinas en escena que representan momentos de euforia, locura, entusiasmo, emoción; para mí el tercer movimiento es el pensamiento femenino, la colectividad, la unión… creo que es la mente de una mujer a veces dispersa, a veces creativa, ordenada y guiada con los matices, las notas y la complejidad de la música, que es bellísima”, explicó Jiménez.

A decir de la creadora, las bailarinas son el pensamiento femenino, las conexiones neurológicas. Sobre la partitura del compositor ruso, reconoce que fue complicado dar forma a la coreografía, pero al final lo logró.

Chaikovski es uno de los mayores compositores de la historia; fue un reto muy grande crear una coreografía con su música. Hay muchas emociones en ella, por eso elegí a un grupo de mujeres para darle estos rasgos sutiles y de fuerza del tercer movimiento.

En la segunda parte del programa se presentará LEO: El espacio onírico, de Irina Marcano, inspirada en la pintora Leonora Carrington.

El domingo pasado, la CND ofreció la primera de cuatro funciones de la temporada 2023 en el Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez s/n Centro Histórico); las restantes son el 29 y 31 de agosto a las 20 horas y el 3 de septiembre a las 17 horas