l 24 de agosto se abrió un nuevo capítulo en la historia del bloque del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Los líderes decidieron invitar a Argentina, Egipto, Irán, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita a esta agrupación. La plena adhesión de los nuevos miembros del BRICS comenzará el 1º de enero de 2024. El verdadero mundo multipolar y justo ya está llamando.
En las primeras etapas de la creación del BRICS, Estados Unidos y Occidente generalmente creían que todavía no duraría mucho tiempo, y no consideraron seriamente la perspectiva de desarrollo y crecimiento del grupo. Sin embargo, después de 17 años, la organización no ha hecho más que fortalecerse, y Estados Unidos y Occidente aún no han llegado a la conclusión de qué les llevó a sus juicios erróneos. Vale la pena señalar de inmediato que el BRICS no compite con nadie, no se opone a nadie.
La mayoría de los países en desarrollo ya quieren formar parte de esta familia. Más de 40 estados esperan unirse a este grupo, y 23 de ellos ya han presentado solicitudes oficiales.
¿Cuál es la razón del aumento de la atención a este bloque?
Es muy simple: la clave del atractivo radica en el hecho de que el formato de esta asociación interestatal no tiene una agenda de confrontación u oculta, y los países que la integran construyen la comunicación sobre la base de enfoques acordados.
A lo largo de estos años de cooperación, el BRICS ha formado una cultura de diálogo y relaciones de confianza basadas en los principios de igualdad soberana y consideración de intereses mutuos.
En la actualidad, el mundo carece de instrumentos para regular de manera segura y equitativa las relaciones económicas. En este contexto, el BRICS pretende ser un instrumento de este nuevo orden económico y sistema de relaciones económicas entre los diferentes países de todo el mundo.
Por supuesto, hay fatiga en muchas naciones de la práctica de los países occidentales en la gestión de asuntos internacionales. Sus campañas democráticas
son conocidas. Occidente, a través de sanciones y chantaje financiero, está tratando obstinadamente de influir en la elección del modelo económico y los socios comerciales de los estados soberanos, limitando sus capacidades.
Ahora estamos presenciando un salto importante en el desarrollo de la asociación, su transición a un nivel de civilización fundamentalmente nuevo. Esta tendencia global hace que el BRICS sea una estructura de inversión atractiva para la mayoría de los países del orbe que abogan por un mundo justo y multipolar.
* Embajador de Rusia en México