Sábado 12 de agosto de 2023, p. 17
Río de Janeiro., El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció ayer el relanzamiento de un importante programa de obras que prevé inversiones públicas y privadas por casi 348 mil millones de dólares, para poner al país en la senda del crecimiento
.
Nuestro país necesita credibilidad, estabilidad y previsibilidad, y este programa proporciona estos tres ingredientes
, señaló el mandatario progresista al presentar el nuevo Pacto de Aceleración del Crecimiento (PAC), en esta ciudad.
Este plan ya había tenido dos versiones anteriores, lanzadas en 2007 y 2010, durante sus dos primeros mandatos como presidente (2003-2010).
Lula destacó que el programa contará con participación decisiva del sector privado
y pondrá toda la capacidad del Estado al servicio de los sueños
de los brasileños. Hoy empieza mi gobierno. Hasta ahora lo que hicimos fue reparar lo que se había dañado
, aseguró, en alusión a la herencia recibida de su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Los resultados de los dos programas anteriores habían sido mixtos, ya que una gran cantidad de obras planificadas tuvieron que detenerse debido a la falta de financiamiento.
Potencia sustentable
El presidente dijo que el respeto al medioambiente se mantiene como una de sus máximas prioridades. Tenemos una gran oportunidad de convertirnos en la gran potencia sustentable del planeta, y el PAC contribuirá. Más de 80 por ciento de la energía (necesaria para el trabajo previsto) es limpia
. El gobierno planea invertir 265 mil millones de dólares hasta el final del mandato en 2026, y 83 mil millones de dólares adicionales posteriormente.
Casi 33 por ciento del capital anunciado debe provenir de sociedades con el sector privado y 20 por ciento de fondos por empresas públicas, como la gigante de los hidrocarburos Petrobras.
Una de las prioridades es retomar las obras paralizadas por falta de financiación. El mayor capital está previsto para el sector de la construcción, con unos 125 mil millones de dólares, de los cuales más de la mitad se destinará a viviendas sociales para el programa Minha Casa Minha Vida, una de las banderas de los mandatos anteriores de Lula.
También invertirá en proyectos de energía y transporte, carreteras, así como de educación y salud.
Para que los fondos sean liberados, el gobierno depende de la aprobación final por parte del Congreso brasileño del nuevo marco fiscal
, una ley que remplaza el techo de gastos vigente desde 2016.