Miércoles 28 de junio de 2023, p. 27
Montevideo. Nunca más
. Ese fue el mensaje conjunto que dieron ayer, en el 50 aniversario del último golpe de Estado en Uruguay, el presidente Luis Lacalle Pou y los tres ex presidentes vivos desde el retorno a la democracia al país.
Cinco décadas después de la disolución del Parlamento que empezó una dictadura cívico-militar de 12 años, Lacalle convocó a sus antecesores, Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Lacalle Herrera (1990-1995) y José Mujica (2010-2015), a dar una declaración conjunta.
Lacalle, que aún no había nacido el 27 de junio de 1973, tuvo un recuerdo para los fallecidos ex presidentes Jorge Batlle (2000-2005) y Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020), al señalar su certeza de que "el próximo presidente de la República, sea del partido que sea, “también estaría sentado acá.
Se ha dicho todos estos días nunca más
. Para que el nunca más
sea cierto, debe haber democracia por siempre, subrayó el mandatario, al celebrar el empujón
a la unidad nacional
que sus predecesores daban con su presencia.
Discursos de tres ex mandatarios
En los discursos de los tres ex mandatarios, el llamado al entendimiento
y al fin de la intolerancia
y los antagonismos
fue el denominador común.
Nunca más a la violencia
, a los mesianismos autoritarios
, a las utopías revolucionarias
, urgió Sanguinetti, cuyo primer mandato marcó el regreso a la democracia en Uruguay hace 38 años.
Nunca más descalificar al otro porque piensa distinto
, enfatizó Lacalle Herrera, padre del actual presidente.
Cuidemos la convivencia, que es la manera de cuidar la democracia
, instó de su lado Mujica, un ex guerrillero que llegó al poder tras alzarse en armas contra el Estado y pasar 13 años preso.
El acto en la Torre Ejecutiva estuvo marcado por otro golpe. Al llegar, Sanguinetti, de 87 años, se tropezó y se cayó al subir a la tarima.
Como Biden
, dijo, jocoso, el ex presidente, en alusión a la caída del mandatario estadunidense, Joe Biden, en una ceremonia militar a principios de este mes.
La dictadura uruguaya de 1973 a 1985 dejó decenas de miles de opositores presos, proscriptos y exiliados.