Jerusalén. Tres soldados israelíes murieron ayer a manos de un policía egipcio, que luego fue abatido cerca de la frontera entre ambos países en el desierto del Néguev, en un inusual incidente fronterizo, indicaron fuentes oficiales.

El ejército egipcio indicó que un miembro de las fuerzas de seguridad perseguía a unos traficantes de drogas y al hacerlo cruzó un punto de control entre ambos territorios. A partir de ahí, hubo un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad israelíes, que causó tres muertos del lado israelí. El egipcio murió en ese tiroteo, indicaron ambas partes.

Por la mañana encontraron los cadáveres de dos soldados israelíes, ultimados a tiros, en un puesto de guardia cerca de la base castrense de Harif, 100 kilómetros al sur de Gaza, fronterizo con Egipto. El asaltante se infiltró aparentemente desde Egipto, indicó un portavoz militar israelí. Esto desencadenó una búsqueda, y hacia el mediodía, los soldados israelíes identificaron al asaltante en territorio israelí, indicó la autoridad en un comunicado.

En la balacera consecutiva murieron el asaltante y un tercer soldado israelí, Ohad Dahan, de 20 años, indicó el ejército. Un cuarto soldado de Tel Aviv resultó herido y fue llevado a un hospital. Uno de los militares fallecidos en el primer ataque es Lia Ben Nun, una mujer de 19 años.

Refugiados palestinos

En otro orden, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, advirtió el viernes que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA, por sus siglas en inglés) está cerca del colapso financiero.

La agencia ya está operando con un déficit de unos 75 millones de dólares. Seamos claros: la UNRWA está al borde del colapso financiero. Las consecuencias de más recortes presupuestarios serían poco menos que catastróficas, señaló Courtenay Rattray, jefe de Gabinete de la ONU.

En tanto, más de 100 mil personas se manifestaron de nuevo en Tel Aviv en una jornada sabatina más de protestas contra la controvertida reforma judicial del gobierno de Benjamin Netanyahu. También hubo protestas en las ciudades de Haifa y Beersheva.