La industria cementera se comprometió ayer a reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en México en por lo menos 17 por ciento hacia 2030, respecto a las registradas en 2016.

Para conseguirlo, la Cámara Nacional del Cemento (Canacem), que aglutina a las empresas cementeras más grandes del país, presentó La hoja de ruta de la industria del cemento.

Jaime Hill, presidente de Holcim y representante de la industria declaró que La hoja de ruta es un hito y representa nuestro interés por limitar el incremento de la temperatura global.

Por su parte, Jose Abugaber Andonie, presidente de Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), señaló que las empresas, entre ellas las cementeras, tienen la responsabilidad de cuidar el medio ambiente y combatir el cambio climático.

No obstante, agregó, para lograr el objetivo de reducir en 17 por ciento el CO₂ que emiten las empresas cementeras en México es necesario el coprocesamiento de residuos a través del trabajo conjunto con autoridades en todos los niveles, y la promoción de cementos y concretos bajos en carbono.

Nearshoring

Respecto a las oportunidades que se abren para México producto la relocalización de las cadenas de suministro, fenómeno mejor conocido como nearshoring, el presidente de la Canacem indicó que se trata de una oportunidad importante para la industria cementera, pues habrá más demanda de construcción.

La demanda será mucho mayor respecto a la que actualmente se despacha que es de 47 millones de toneladas anuales, puntualizó.