Domingo 19 de marzo de 2023, p. 26
Suiza. El banco Credit Suisse, una de las 30 entidades financieras más importantes a nivel global, se enfrenta a un fin de semana crucial para intentar restaurar la confianza de los inversores antes de la apertura de los mercados el lunes y evitar así otra semana de pérdidas.
Debido a la importancia de Credit Suisse para la economía del país este fin de semana han tenido lugar varias reuniones para enfrentar la crisis, tanto conversaciones internas del banco, como discusiones de los reguladores del sector bancario e incluso del Consejo Federal.
Según fuentes anónimas, UBS, el mayor banco suizo, podría realizar una compra parcial o total de su rival con el beneplácito de las autoridades de regulación helvéticas.
Los informantes aseguran que UBS pide a su gobierno 6 mil millones de dólares en garantías públicas, con las cuales cubrirán el costo de la liquidación de partes de Credit Suisse y los posibles litigios. Hasta ahora ninguno de los involucrados confirmaron oficialmente la información.
Tras una semana que obligó a la intervención del banco central con una línea de liquidez de 53 mil 700 millones de dólares, su valor bursátil era de alrededor de 8 mil 700 millones de dólares al cierre del viernes.
Pese a que los reguladores suizos destacaron en medio de la tormenta que el banco cumple las exigencias en materia de capital y de liquidez
la desconfianza hacia la entidad es elevada. Prueba de ello es el aumento de los precios de los instrumentos de cobertura ante impagos o quiebras del banco, las llamadas permutas de incumplimiento crediticio (CDS, por sus siglas en inglés). La entidad vivió dos años repletos de escándalos, que han revelado debilidades sustanciales
en su control interno
según reconoció el propio banco esta semana.
En 2022, Credit Suisse tuvo una pérdida neta de 7 mil 300 millones de francos suizos (7 mil 900 millones de dólares) en un contexto de retirada masiva de dinero de sus clientes. Y para este año prevé todavía más pérdidas sustanciales
.
Es un banco que parece que nunca ha podido poner su casa en orden
, dijo Chris Beauchamp, analista en IG.
En cuanto a UBS, lleva varios años enderezándose tras rozar la catástrofe con la crisis financiera de 2008 y no está claro que quiera pasar por una nueva reestructuración ahora que empieza a recoger los frutos de su esfuerzo.
Otro obstáculo es la autoridad de la competencia suiza que puede ver problemática la fusión de ambas entidades dada su posición dominante en el mercado.
Los analistas consideran que la rama helvética de Credit Suisse podría escindirse o entrar por separado a bolsa para evitar despidos y cierres masivos en Suiza ante la duplicación de actividades entre ambos grupos.
A finales de octubre, Credit Suisse presentó un enorme plan de restructuración que contemplaba la supresión de 9 mil empleos hasta 2025, lo que supone un 17 por ciento de sus 52 mil efectivos. La entidad quería centrarse en actividades más estables y transformar radicalmente su banca de negocios.