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Rushdie ya piensa en una secuencia de Joseph Anton

En entrevista con The New Yorker, dice que intenta no adoptar el papel de víctima

 
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de febrero de 2023, p. 4

El escritor británico de origen indio Salman Rushdie reapareció públicamente seis meses después de haber sido atacado durante una presentación en Chautauqua, en el estado de Nueva York, donde recibió hasta 12 puñaladas de arma blanca en rostro, cuello, hígado, tórax y abdomen.

El autor perdió el ojo derecho, tiene dificultades para escribir y, en ocasiones, pesadillas aterradoras, según relató en una extensa entrevista con The New Yorker, publicada este lunes.

En el artículo El desafío de Salman Rushdie, con motivo del lanzamiento de la novela, Victory City, el periodista David Remnick hace un recuento de la vida del narrador, objeto de amenazas durante décadas a raíz de la publicación de Los versos satánicos (1988) y quien habla de la escritura como un acto que desafía la muerte.

Rushdie estuvo hospitalizado durante seis semanas luego del atentado en agosto. En los meses posteriores a su alta, permaneció en su casa de Nueva York, con salidas al doctor, a veces dos o tres diarias.

Si sigues adelante, algo saldrá

El autor reconoció en la entrevista lo difícil que le resulta escribir. Me siento para hacerlo y no pasa nada. Cuando finalmente escribo, siento una combinación de estar con la mente en blanco y tener basura, eso que escribo lo borro al día siguiente. En realidad todavía no salgo de ese bosque.

Sin embargo, añade The New Yorker, Rushdie no se permite emplear la frase bloqueo de escritor. “Todo el mundo vive un momento cuando no hay nada en su cabeza. Uno piensa: ‘Oh, bueno, nunca habrá nada’. Algo que he aprendido a mis 75 años y al haber escrito 21 libros es que si sigues adelante, algo saldrá”.

El narrador añadió que intenta no adoptar el papel de víctima, de otra manera estaría “sentado diciendo: ‘Alguien me metió un cuchillo. ¡Pobre de mí!’ Cosa que a veces pienso (risa). Duele, pero evito pensar que eso sea lo que pensarán los lectores del libro. Más bien quiero que sean cautivados por la historia y transportados”.

Rushdie recordó que hace muchos años había personas a quienes parecía cansar con su existencia: “No les gustaba, porque debí de haber muerto. Ahora que casi muero, todo el mundo me ama… Ese fue mi error en aquel entonces. No sólo vivía, sino trataba de hacerlo bien. Error garrafal. Recibir 15 puñaladas, mucho mejor”.

Remnick le preguntó si se equivocó al bajar la guardia cuando se mudó a Nueva York. Rushdie respondió que se pregunta lo mismo, pero que desconoce la respuesta: “Tuve más de 20 años de vida. ¿Eso es un error? También escribí muchos libros. Los versos satánicos fue el quinto libro publicado y Victory City, el número 21. Así que tres cuartas parte de mi vida como escritor sucedió a partir de la fatwa. De alguna manera, uno no puede arrepentirse de su vida.

Me parece que no es una buena manera de ver las cosas (la amargura y las recriminaciones). Una de las formas en la que he manejado todo esto es mirar hacia adelante y no hacia atrás. Lo que pasará mañana es más importante de lo que sucedió ayer.

Rushdie estaba en el escenario de un auditorio, a punto de dictar una conferencia, cuando se le acercó un joven vestido de negro y con un cuchillo. Hadi Matar, de 24 años, se declaró inocente de los cargos de agresión e intento de asesinato. Sobre su agresor, el escritor dijo que es un idiota, aunque reconoció que no sentía ira.

La forma correcta del mundo

Sostuvo que mientras exista una historia en la que valga la pena invertir tiempo, lo haré. Cuando tengo la idea de un libro en mi cabeza es como si el resto del mundo adquiriera su forma correcta.

Rushdie expresa que durante los casi seis meses transcurridos después del ataque, se ha enfocado en la publicación de su reciente novela, pues le interesa saber cómo será recibida por el público, se pregunta si será vista a través del prisma del apuñalamiento, pues la publicación de Los versos satánicos conllevó lo que él llama una onda de simpatía, y la fatwa disparó las ventas. Su obra en general, dijo, experimentó un mayor interés debido a los acontecimientos de agosto pasado.

Por obvias razones, explicó el autor, no habrá una gira de presentaciones para Victory City. No obstante, explicó, si continúa su buena salud y en cuanto se ponga en orden su protección personal, espera viajar a Londres para asistir al estreno de Helen, su obra de teatro acerca de Helena de Troya.

El escritor asegura no pensar a largo plazo: “Tomo las cosas paso a pasito. Sólo pienso, bop, hasta que uno caiga”. Por el momento, informó que ha dejado de lado la idea de una novela inspirada en Franz Kafka y Thomas Mann; en cambio, piensa en una secuencia de Joseph Anton, memorias del tiempo de la fatwa (2012).

En un principio, le molestaba la idea, porque lo sentía como algo casi forzado, es decir, el ataque exigía que debía escribir sobre ello. No obstante, en semanas recientes la idea ha madurado. Los libros de Rushdie tienden a ser producciones de grandes elencos, aunque para escribir sobre el ataque en Chautauqua, un acto sucedido en cuestión de segundos, vislumbra algo más microscópico.

Para Rushdie, “cuando alguien te mete un cuchillo es un relato de primera persona. Es un ‘yo’ historia”, reiteró a The New Yorker.

Victory City, detalla la publicación, se presenta como una épica medieval recuperada del sánscrito; es la historia de una joven de nombre Pampa Kampana, quien, después de atestiguar la muerte de su madre, adquiere poderes divinos y crea una metrópoli gloriosa llamado Bisnaga, donde las mujeres resisten el dominio patriarcal, a la vez que prevalece la tolerancia religiosa.