La mayoría de las víctimas eran policías
Un jefe talibán reivindica el ataque, pero su grupo miliciano se deslinda // Condenas de EU y la ONU
Martes 31 de enero de 2023, p. 22
Peshawar. Un atacante suicida se hizo estallar ayer en una mezquita dentro de un complejo policial en Pakistán, provocando el derrumbe del techo, con saldo de 59 muertos y 157 heridos, según funcionarios.
La mayoría de las víctimas eran policías. No está claro cómo el agresor logró burlar el complejo amurallado que alberga la sede policial en Peshawar, ciudad en el noroeste del país, y está ubicada en una zona de alta seguridad con otros edificios de gobierno.
Sarbakaf Mohmand, comandante del talibán paquistaní, reivindicó la autoría del ataque en Twitter. Pero horas después, Mohammad Khurasani, vocero del grupo también conocido como Terik-e-Talibán-Pakistán o TTP, distanció al grupo de lo sucedido, afirmando que ellos no atacan lugares religiosos y que los que participan en tales actos serían sancionados según sus normas. El comunicado no mencionó por qué un comandante del TTP se atribuyó el atentado.
El grupo miliciano es una rama separada pero afín al talibán afgano. El TTP libra una insurgencia en Pakistán desde hace 15 años. Busca instaurar un régimen estricto de ley islámica en el país, la liberación de sus miembros detenidos y una reducción de la presencia militar paquistaní en las regiones de la provincia Khyber Pakhtunkhwa que ocupa como base.
La mera escala de la tragedia humana es inimaginable. Esto no es otra cosa que un ataque contra Pakistán
, tuiteó el premier Shabaz Shariz, quien visitó el compuesto en Peshawar, prometió acciones firmes
contra los responsables y dio el pésame a las familias.
Pakistán, con mayoría de musulmanes sunitas, sufre un aumento de ataques milicianos desde noviembre, cuando el talibán paquistaní puso fin a un alto el fuego con las fuerzas del gobierno.
Hace unas semanas, en otro ataque cuya autoría clamó el talibán paquistaní, un hombre armado baleó y mató a dos agentes de inteligencia, entre ellos al director de la rama contraterrorista de la agencia de espionaje basada en el ejército del país, la Inteligencia Multiservicios. Funcionarios de seguridad declararon ayer que el agresor fue localizado y murió en un tiroteo en el noroeste, cerca de la frontera afgana.
El ataque contra la mezquita sunita es uno de los más mortíferos contra fuerzas de seguridad en años recientes.
Más de 300 feligreses oraban en el lugar y otros iban en camino, cuando el agresor hizo estallar su chaleco. Los rescatistas tuvieron que mover montones de escombros para llegar a los feligreses atrapados.
Meena Gul, quien estaba en la mezquita cuando estalló la bomba, comentó que no sabía cómo había salido ileso. El policía, de 38 años, agregó que tras la detonación sólo escuchó gritos y llantos.
El funcionario policial Siddique Khan explicó que el atacante detonó sus explosivos en medio de los fieles.
De inmediato comenzaron los mensajes de rechazo de varias partes, incluida la embajada saudita en Islamabad, así como la legación estadunidense que condena todas las formas de terrorismo
.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, calificó el atentado de particularmente aborrecible
por ser contra un lugar religioso, aseveró el portavoz Stephane Dujarric.