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Nosotros ya no somos los mismos

El matrimonio y las paradojas // En cuestión política, las parajodas del calderonismo

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▲ En 2003, Carlos Ugalde, recién designado presidente del entonces IFE por Felipe Calderón, contrajo nupcias con Lía Limón (en imagen de 2021).Foto Roberto García Ortiz
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aradoja es una palabra que siempre me ha sonado festiva, lúdica, un tanto emparentada a papirola, esa que define la expresión artística japonesa que nos lleva a construir hermosas figurillas tan sólo con nuestras manos y un trozo de papel. Pero resulta que el vocablo que tan de mi gusto es me produce una sensación de inseguridad sobre el haber logrado transmitir plenamente lo deseado.

Paradoja es como había decidido calificar la presente columneta, pero me detuve. Hace ya tiempo, el maestro Olivares Santana me dio un consejo: “Tejeda, si puedes preguntar pa’que adivinas”. Para corroborar que mi nominación fuera correcta, acudí a unos amigos a los que molesto con frecuencia: doña María Moliner, don Julio Casares y el maestro Sainz de Robles. A ellos interrogué si podría ser acertado calificar a la fastuosa ceremonia matrimonial de la núbil doncella Lía Limón con el atildado caballero don Luis Carlos Ugalde, como una paradoja. Paradoja es palabra que viene del latín paradoxa, llamada también antilogía y que significa dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Figura del pensamiento que consiste en emplear expresiones que aparentemente envuelven contradicción. Vamos bien.

De igual manera, me anotaron una serie de sinónimos que se relacionan o suplen al vocablo paradoja. Por ejemplo: contradicción, extravagancia, exageración. Después de este batiburrillo de concepciones tan encontradas como poco claras, ¿quién puede tirarme la (primera o última) piedra por mi confusión y mi desconcierto?

Estaba a punto de definir mis opciones de abordaje para el asunto en comento acudiendo al científico y bien probado método de toma de decisiones de tin marín de do pingüé, cuando apareció en mi casa una amiga singular, no sólo en el afecto, sino por sus cualidades taumatúrgicas de transformar el idioma: lo desdobla, empequeñece o agiganta. Junta dos o tres palabras y hace otra diferente que pronto une. Las abrevia, repite los inicios y las magnifica. Inventa ayes, quejumbres, plegarias, jaculatorias, y no deja afuera sonoros exabruptos. Pues esta señora terminó de golpe con mi inútil disquisición. Vamos a ver –me dijo de pronto como quien te pone un revólver en el ombligo–, ¿para qué pierdes el tiempo en una cuestión sin importancia?, ¿a quién carajos le importa si un simulacro de boda es una simple o complicada paradoja? Eso ya no calienta ni a los actores estelares. Mejor cuenta cómo se fraguó y se llevó a cabo esta otra estafa calderonista/gordillista. Por mi parte –mi amiga terminó diciendo– lo que me queda claro es que ese cristianísimo, derechoso enlace, más que un contrato civil fue un acuerdo mercantil. No sé, ni me importa que sea un ejemplo de paradoja clásica como la de Epiménides. En cambio, no me cabe duda de que se trata de una típica y usual parajoda del sistema calderoniano.

El sábado 6 de diciembre de 2003, Luis Carlos Ugalde, recién designado presidente del IFE por Felipe Calderón, contrajo nupcias con la señorita Lía Limón, hija del segundo secretario de Educación en el gabinete de Ernesto Zedillo. En flagrante violación a la normatividad vigente, Ugalde recibió como dote matrimonial la cantidad de 250 mil pesos, prestación a la que no tenía derecho pues ésta sólo se otorgaba a quienes tenían más de un año de servicio y Ugalde apenas contaba con cuatro meses de antigüedad. Le queda a usted claro que, en cuatro meses de aprendiz, Ugalde acumuló más dinero que cientos de trabajadores de base en años.

Dado su temprano divorcio, la causa del subsidio que les fue otorgado para iniciar su vida matrimonial no tenía ya razón de ser, ¿devolvieron el efectivo, lo dividieron entre ambos, o el señor Ugalde indemnizó a la señora Limón? El origen público del dinero en cuestión debe ser tomado en cuenta a la hora de la disolución matrimonial.

@ortiztejeda