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Economía moral

Neoconcepto impulsos-valores acuñado por Maccoby en remplazo de necesidades

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oy analizo el neoconcepto de impulsos-valores (IV) de Michael Maccoby (MM) que remplaza necesidades (N). Según Doyal y Gough, hay dos concepciones de N: como impulsos (donde ubican a Maslow) y como propósitos. Ellos adoptan la segunda, pero reconocen que no puede estar desvinculada de la primera (el énfasis en los impulsos y motivaciones nos alerta respecto al fundamento biológico de las NA Theory of Human Need, 1991). Cuando decimos A necesita X para lograr Y, se hace evidente la presencia de los propósitos (Y). Valor, en plural, significa, en una de sus acepciones, “los principios, propósitos o estándares sostenidos por un individuo, clase, sociedad”. MM podría haber usado el (casi) sinónimo de valores: propósitos o fines. Lo que hizo, por tanto, es hacer explícitas esas dos concepciones de las N. El neoconcepto lo podrían suscribir Maslow (“La teoría de la motivación humana debería centrarse en los propósitos últimos o básicos, más que en los parciales o superficiales. En fines, más que en medios”, A Theory of Human Motivation, 1954), Max-Neef et al (Las necesidades patentizan la tensión constante de los seres humanos entre carencia y potencia, Desarrollo a escala humana, 1986; el lado carencial en la dualidad de MM es el asociado al impulso y el lado de potencialidad es el que apunta a los valores o a los propósitos) y Doyal y Gough. Al analizar las relaciones entre N e impulsos, Maccoby identifica estos dos aspectos de las N, aclarando que no se aparta del concepto de N, sino que pone de relieve sus dos aspectos: “El término N se refiere tanto a una fuerza que sentimos como a un valor; uso el término IV para enfatizar esto. Las N no son nunca puramente fisiológicas; siempre expresamos un valor al hablar de una N. Un enunciado de N siempre puede transformarse en un enunciado de valor. Si digo necesito algo, pregunten qué pasará si no lo consigo. La respuesta: Me sentiré solitario, menos capaz, humillado, describe un valor: sociabilidad, maestría, dignidad. Nótese que los ejemplos ilustran el daño causado a la persona como consecuencia de la insatisfacción de la N, y que MM llama valores a evitar dicho daño, al estado que se alcanza al lograr evitarlo, o a la facultad que se requiere para evitarlo. (Sociabilidad es lo que necesitamos para evitar la soledad; maestría, para evitar sentirnos incapaces; dignidad es el estado alcanzado cuando evitamos las circunstancias que nos harían sentir humillados). Con este planteamiento, MM queda en sintonía con los principales autores de teorías de las N.

MM señala que: “la creación de IV es una función biológicamente necesaria de la cultura. Las decisiones humanas están menos programadas genéticamente que las de otras criaturas. Los IV compartidos (carácter social) nos permiten actuar, por decirlo así, instintivamente de maneras que son comunes a miembros de una cultura y facilitan las relaciones sociales efectivas. De otro modo, estaríamos abrumados con impulsos conflictivos y paralizados por la constante demanda de evaluar qué hacer. Para participar en la cultura debemos estar suficientemente programados, pero contar con flexibilidad para adaptarnos al cambio. Necesitamos un equilibrio entre estructura y libertad. A medida que crecemos, podemos desarrollar IV definiéndonos a nosotros mismos, decidiendo lo que debemos y lo que no debemos hacer, y disciplinándonos con buenos hábitos para poder alcanzar los propósitos deseables. Pocas personas hacen el esfuerzo para definir y moldear sus valores. La mayoría no cuestiona los valores aprendidos: aceptan las reglas de la familia, la escuela, y el trabajo.” MM señala que la mayor parte de las visiones sicoanalíticas están limitadas por la muestra de la humanidad en la que están basadas: quienes tienen problemas emocionales, provenientes básicamente de la clase media alta urbana. El sicoanalista raramente estudia los IV que operan en las personas sanas y productivas. Por tanto, las teorías sicoanalíticas aplican la sicología de la enfermedad a las situaciones sanas y suponen que las actitudes expresadas por la gente madura en el trabajo fueron formadas en la niñez temprana. Ante este sesgado enfoque contrasta el suyo, que ubica en la tradición de Erich Fromm, Erik Erikson y David Riesman, que consiste en expandir la teoría sicoanalítica a los que no son pacientes. Se autodefine como antropólogo y dice que, como tal, observa el lugar de trabajo en diferentes países y clases sociales, basado en la teoría del carácter social, que es una teoría para sanos y enfermos. (Esta teoría se examinó en las entregas del 25/11 y 30/12 del 2022). Al parecer MM pretende formular una teoría universalista: “la búsqueda de propósitos (nótese cómo aquí reemplaza ‘valores’ con ‘propósitos’) y conductas comunes a todas las culturas me llevó a agrupar los IV en ocho categorías”. Aclara, para deslindarse de Maslow, que sus ocho categorías no forman una jerarquía; que todo mundo expresa cada IV de alguna forma, reforzando con esto su postura de universalidad. Sin embargo, cuando alude a las relaciones entre diversos IV asoma una forma de jerarquía: “Los IV pueden entrar en conflicto. En ciertos momentos, uno dominará. El impulso de sobrevivencia usualmente toma precedencia sobre los otros, pero no siempre. Por ejemplo, una persona puede arriesgar la vida para preservar la dignidad o la libertad, o proteger a otros, o la muerte puede ser aceptada porque tiene significado religioso. Algunas personas arriesgan sus vidas por el placer de dominar las montañas o ganar carreras de autos. Porque todos los IV son lo que nos hace humanos, no podemos ordenarlos como necesariamente superiores e inferiores. Pero cada impulso puede ser expresado en un estilo que puede ser inferior –primitivo e infantil– o superior, maduro y desarrollado. Los valores superiores expanden la conciencia y la libertad interior, aumentan la esperanza y el poder creativo. Nótese cómo aparece una jerarquía entre las N de sobrevivencia y las demás. MM entiende mal la forma en la que funciona la jerarquía de N de Maslow. Los escaladores de montaña no son personas que vivan con la necesidad de seguridad insatisfecha permanentemente. No son espías en territorio enemigo, para usar la frase de Maslow. Cuando escalan, pagan el precio de la inseguridad para llevar a cabo la actividad en la que se sienten felices y realizados. Nótese cómo el término IV lo fragmenta MM a voluntad, en las últimas tres frases usa sucesivamente IV, impulsos y valores. Los primeros no se pueden ordenar en superiores e inferiores; los segundos pueden ser expresados en estilos inferiores o superiores, y los terceros aceptan el calificativo de superiores. Como ha elaborado un neoconcepto formado por dos palabras con significado previo, me parece que la fragmentación es inválida y convierte el párrafo en un galimatías.