Jueves 19 de enero de 2023, p. 8
El cineasta Amos Gitai, originario de Israel –país situado en una región con constantes conflictos bélicos, políticos, sociales y culturales–, señala que tiene un profundo compromiso con su entorno, pero también observa su labor consciente de su posición.
“Considero que es un gran privilegio poder hacer una pregunta en el aire –tal como un matemático plantearía una ecuación– y luego trato de construirla desde una película, algo que logro gracias a un grupo de amigos que han apoyado mis trabajos tanto artísticamente como en la producción, para poder seguir haciendo cada vez otro proyecto”, señaló en entrevista.
El cine de Amos está profundamente inspirado en el contexto israelí, a pesar de que el reconocimiento con que cuenta le ha permitido hacer rodajes fuera de su país.
Se trata de un ejercicio de honestidad, considera, pero no siento que haya algo que implique obligación. Creo que debemos decir la verdad, tanto como sea posible y como sepamos, pero debemos ser prudentes, no adoctrinados o demagógicos
.
Su visión es una suerte de respuesta a la manera en que es retratada su región. Creo que Medio Oriente está sufriendo de opiniones muy binarias. Así que es bueno mostrar varios puntos de vista en una película
, explicó. Me conmueve mucho, a veces me perturba, lo que está pasando en Israel, y creo que se trata de una historia muy fuerte y dramática que merece un cine de la misma proporción, así que he tratado de mostrar algunas opciones de este cine, no sólo de entregar tendencias comerciales, sino estar abierto a otras opciones
.
Su visión también ha implicado que las contradicciones convivan en la filmografía del israelí como lo que él mismo procura mostrar. El conflicto en Medio Oriente no es entre ángeles y cazadores; es sobre ángeles y cazadores que están en ambos lados, en distintas proporciones. No hay pureza en este conflicto, si la gente lo pensara así, no habría progreso
, destacó.
A lo largo de su carrera ha desarrollado temas de complejidad. Hablar de religión, fronteras, la condición de las mujeres o la guerra lo ha ayudado a comprender la realidad de forma distinta a la planteada en los medios de comunicación, que en muchos casos está pintado de una manera o de otra, porque apuesto por la complejidad y me gustan las contradicciones
, detalló el director.
Su manera de hacer cine también le ha valido ser censurado en su propio país, pero eso más que orillarlo a cambiar su perspectiva lo ha motivado. De alguna manera el hecho de que hubiera censura fue una de las cosas que me hizo convertirme en cineasta, porque había cosas que me molestaban y decidí refutarlo. Siempre hay dos lados de una situación
, puntualizó Gitai.
Veinticinco títulos del realizador se podrán ver en una retrospectiva en la Cineteca Nacional a partir de esta semana.
Incluye algunos de sus trabajos más recientes como Laila en Haifa o Un tranvía a Jerusalén; también se podrán ver obras representativas como Kippur, Esther, Golem: el espíritu del exilio y Golem: el jardín petrificado.