Por movilidad, complejo 2023, dice representante del Acnur
Lunes 16 de enero de 2023, p. 9
México es una de las naciones de la región que tiene más potencial
para ser un país de acogida para miles de personas con necesidad de asilo, considera el representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Giovanni Lepri.
En entrevista con La Jornada, resalta que el reto es enorme, ya que 20 por ciento de todos los desplazados por la violencia en el mundo se encuentra en el continente americano, tan sólo entre 2021 y 2022 México recibió 250 mil solicitudes de asilo de 118 nacionalidades distintas y el primer año fue el tercer país a escala mundial con más peticiones para acceder a ese derecho.
En el mundo existe una compleja situación de movilidad humana a causa de diferentes tipos de violencia y en este hemisferio México ha respondido a quienes necesitan protección; sin embargo, el sistema está por colapsar
, pues el número de solicitantes se ha incrementado en años recientes y la Comisión Mexicana de Ayuda a Mexicanos (Comar) mantiene prácticamente el mismo presupuesto que cuando tenía entre mil y 20 mil peticiones, además de que no se han ampliado otras vías para la regularización migratoria.
Lepri ubica varias naciones desde las que actualmente se da una diáspora ligada a diversos factores: Venezuela, Cuba, Haití, Colombia, Ecuador, Honduras y El Salvador. Las personas en número cada vez más altos están dejando su país, sus entornos y muchos de ellos buscan protección
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Estima que 2023 será un año complejo
debido a que la movilidad forzosa continuará y ante ese panorama global, México enfrenta varios retos.
En el pasado, era casi exclusivamente un país de tránsito y de expulsión; pero se ha vuelto más y más también un país de asilo. En los últimos años ha aumentado de manera muy significativa el número de personas que llegan a México, ya sea porque desde que salieron de su lugar de origen tenían la idea que sería su destino final o lo decidieron en el transcurso del dramático camino y lo vieron como su opción.
Esto se debe a varios factores: que el país ha aumentado su capacidad para ser de asilo, donde la Comar juega un rol clave, cuenta con un marco jurídico favorable en la materia y porque tiene una oferta de opciones de trabajo y de inclusión laboral importante, así como acceso a servicios públicos.
Afirma que ante los retos México debe ampliar su capacidad para atender las diferentes necesidades de las personas en movilidad forzada, pues no todos los migrantes quieren ser reconocidos como refugiados. Si no hay otra forma de regularizarse en el país, todos terminan yendo a la fila de la Comar
.
Lepri describe que el país enfrenta tres tipos de movilidad de forma simultánea: la migración del sur al norte, la del norte al sur –que ha ido a la alza con miles de personas enviadas a México por las políticas restrictivas de Estados Unidos (se estiman que son 120 mil al año)– y el desplazamiento forzado interno.
Ante la confusión que se dio durante la décima Cumbre de Líderes de América del Norte –que se realizó la semana pasada aquí– sobre un centro de asistencia a refugiados que el gobierno mexicano, con el apoyo de Acnur y otras instancias abrirá en Tapachula, Chiapas, aclaró que no se trata de una oficina de contención migratoria, sino multifuncional, donde podrán congregarse distintos servicios para quienes desean asilarse.
Me parece muy positivo. En Tapachula, quienes quieren pedir protección deben desplazarse entre varias oficinas, quizás 10, relacionadas con la asistencia a refugiados y están distribuidas en diferentes puntos de la ciudad. Este nuevo centro, que espero pueda ser inaugurado en verano o septiembre, cuenta con financiamiento de una fundación privada y será un espacio multifuncional donde se dé respuesta a las diferentes necesidades: solicitar asilo, ser canalizados al DIF o a las oficinas de empleo e incluso a organizaciones civiles que dan servicios especializados. Está orientado inicialmente a solicitantes de asilo y refugiados, pero ojalá que podamos también ir ampliando servicios a otras personas
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–¿No es un centro de contención como algunos lo interpretaron cuando se dio a conocer en la cumbre?
–No, no podría decir de dónde vino y por qué (esa idea), pero no tiene nada que ver con ningún tipo de regulación migratoria ni con ningún tipo de contención.