Sábado 14 de enero de 2023, p. 16
Berlín. La economía alemana, la mayor de Europa y la cuarta a nivel mundial, creció 1.9 por ciento en 2022, más de lo esperado, un respiro para el gobierno que tomó medidas para frenar la crisis energética desencadenada por la guerra en Ucrania.
El crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 2022 superó las expectativas a pesar del difícil contexto
de la guerra y la subida de los precios, informó la oficina federal de estadísticas (Destatis).
El gobierno esperaba un crecimiento de 1.4 por ciento en 2022, tras el 2.6 por ciento de 2021. Según Destatis, el PIB se estancó
durante los tres últimos meses del año pero evita de momento entrar en números rojos.
La crisis energética, provocada por la guerra, sacudió el modelo alemán, basado en la importación masiva de gas barato de Rusia. La guerra puso fin a los suministros rusos y disparó los precios en Europa durante parte del año.
La inflación se elevó a niveles de 10 por ciento, también se incrementaron los costos de producción en la industria, que junto con las exportaciones son el motor del crecimiento alemán. Esa combinación de factores alimentó los temores de una crisis económica de gran envergadura para el país.
Pero el consumo privado ha tomado el relevo, convirtiéndose el año pasado en el principal pilar
del crecimiento y volvió casi a su nivel anterior a la pandemia, explicó el reporte de Destatis.
Las masivas ayudas públicas para sostener el poder adquisitivo impidieron que se hundiera el consumo cuando se dispararon los precios de la energía y los alimentos.
Las ayudas de 200 mil millones de euros (216 mil millones de dólares) permitirán congelar los precios de la energía y el gas en 2023 y 2024 pero no podrán compensarlo todo, sobre todo si los precios suben bruscamente.