Martes 10 de enero de 2023, p. 8
El Cairo., En un restaurante a orillas del Nilo, jóvenes con estilo ecléctico se contornean bajo láseres fluorescentes. En los discos toca Yas Meen Selectress quien, como otras diyéis en Egipto, abre la pista de baile a todos, especialmente, a todas.
Aunque este oficio cuenta con una mayoría aplastante de hombres, cada vez más talentos femeninos encuentran la fuerza y la valentía para convertirse en diyéis inspiradas por pioneras como Sama Abdulhadi
, afirma a la Afp la periodista musical y también ocasional diyéi Hala K, en referencia a la artista palestina que ya suena su música en el festival Coachella.
En El Cairo, he podido ver mujeres detrás de las tornamesas. Son potentes, talentosas y competentes: saben hacer bailar a la gente
, afirma esta yemenita instalada en Ámsterdam, pero que visita habitualmente las capitales árabes.
“El número de mujeres diyéi ha aumentado en la región en 10 años", confirma a la Afp Frederike Berje, del Instituto de Cultura Alemana Goethe en El Cairo.
Pero la escena musical, en Egipto y en muchos otros países, sigue dominada por hombres, sobre todo en la producción y gestión de salas de conciertos
, señala.
No soy la primera diyéi, pero soy una de las primeras en haber creado una entidad a mi alrededor
, explica la productora y tocadiscos A7ba-L-Jelly.
Con mi colectivo Jelly Zone, programo diyéis, hombres y mujeres, para noches basadas en la inclusión musical, de género y de clase social
, dice, tras haber hecho bailar a jóvenes de El Cairo con ritmos electrónicos. He querido organizar actividades en las que me sienta segura, sin acoso
, añade.
Yas Meen Selectress, quien reside entre El Cairo y Nueva York, reconoce las carencias. Hay menos mujeres que hombres en el oficio debido a las tradiciones, la sociedad y otros factores
en los países árabes donde menos de 20 por ciento de ellas tienen un empleo remunerado, cifra que no mejora desde hace 15 años según el Banco Mundial.
Toda mi vida he visto hombres en las tornamesas
, dice Menna Shanab, egipcio-estadunidense de 26 años que acudió al concierto. Es bueno ver evolucionar la escena musical
, agrega. No obstante, ser definida únicamente por el género es reduccionista
, apunta.
El género, como un pro
Para Dalia Hassan, el género es uno de sus argumentos de venta cuando organiza veladas únicamente para mujeres, explica a la Afp.
Les encanta encontrarse entre ellas, con una mujer diyéi al mando, sobre todo a las que llevan un pañuelo
. En las fiestas que organiza desde principios de este siglo en ciudades árabes, las asistentes pueden vestirse y bailar como quieran
.
Está claro que esto les ayuda a divertirse y a sentirse empoderadas, pero al mismo tiempo no queremos que las diyéis se aislen del resto del público. Al contrario, deben ser visibles
, dice Hala K.
Para la investigadora franco-tunecina en París, Hajer Ben Boubaker, “las cantantes siempre han estado bien representadas en la escena cultural árabe.
El símbolo por excelencia de la cultura musical egipcia sigue siendo la mítica Umm Kulthum
, cantante, compositora y actriz con una exitosa carrera entre los años 20 y 70, agrega.
“Las mujeres están muy poco representadas en el ambiente electrónico egipcio del mahrajanat, que es la música que se difunde más masivamente”, apunta en referencia a esta fusión entre electrónica y música popular egipcia.
Desde Nueva York a Tokio, pasando por Dubái y París, el público cada vez se mueve más con ritmos árabes; sin embargo, en Egipto los artistas apenas pueden producir espectáculos.