El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, manifestó que la reforma en esta materia es inminente debido a que los legisladores no leyeron más allá de lo que aprobaron, y actuaron en favor de sus intereses.

Ratificó que el organismo empleará todos los recursos jurídicos disponibles para evidenciar el carácter inconstitucional de muchas de esas modificaciones, mostrar su afectación a la equidad en la contienda y defender a un cuerpo de profesionales del instituto, el cual es –señaló– resultado de una batalla histórica de mexicanos por darse democracia.

Quizá no estaríamos en esta encrucijada si los legisladores hubieran asumido una responsabilidad de Estado y hubieran revisado y leído los múltiples éxitos y logros democráticos que entre todos, como sociedad, hemos conseguido en más de 30 años, en lugar de circunscribirse a pensar en intereses de parte, a hacer propios mitos y desinformación de quienes han impulsado estos cambios y que han sido detractores de las instituciones electorales, afirmó.

Tras la firma de un convenio de colaboración entre el INE y la Cámara Nacional de la Industria Editorial (Caniem), el primer evento público del año en el INE, aseguró que en el organismo no se defienden privilegios, salvo el privilegio de ejercer en libertad los derechos políticos, los cuales costaron sudor, sangre y vidas.

Compromiso olvidado

Lamentó que en las décadas recientes los legisladores hayan contribuido al perfeccionamiento del andamiaje institucional para la celebración de elecciones, como lo pide la Constitución, pero ahora, por primera vez en 30 años, olvidaron su ­compromiso.

Así, añadió, fueron aprobadas las reformas de manera unilateral por una mayoría.

Lorenzo Córdova puntualizó que las reformas aprobadas por ambas cámaras al final de 2022 permiten la propaganda electoral en procesos comiciales; afectan la estructura administrativa del INE y de los organismos públicos locales electorales, y reduce injustificadamente el personal del servicio profesional electoral, porque se apuesta –aseveró– a la lealtad a un partido o gobierno y no a la técnica.

Además, cortan los plazos de capacitación de las personas que recibirán y contarán los votos, y ponen en riesgo las elecciones, sostuvo.

Aseveró que los cambios también son muestras de filias, fobias, rencores, insensatez e irresponsabilidad, con lo cual se dinamita la democracia.

Expuso que están en riesgo los avances construidos en tres décadas, situación que se habría evitado si los legisladores hubieran leído, entre otros, textos rigurosos relacionados con las elecciones y sobre lo que fortalece a un régimen democrático, así como las conductas que facilitan el surgimiento de regímenes autoritarios.

Son lecturas que podrían haber ayudado a evitar tomar decisiones que atentan contra la democracia o, asumir, si fuera el caso, que se está legislando para revivir los mecanismos de un sistema autoritario que dejamos atrás.