A pesar de que los acontecimientos internacionales son los que más influyen en el mercado cambiario en México, la estable continuidad que le da la administración de Andrés Manuel López Obrador al manejo macroeconómico, el respecto a la autonomía del Banco de México (BdeM), así como mantener el grado de inversión, impulsan al mayor ingreso de dólares al país, lo que lleva al peso mexicano a ser de las monedas más apreciadas frente al dólar a nivel mundial, explican analistas.

La moneda mexicana acumuló una ganancia de 4.9 por ciento (casi un peso más) frente al dólar en 2022, siendo de las únicas cuatro monedas que se apreció ante la divisa estadounidense el año pasado; a cuatro jornadas de que arrancó 2023, el peso mexicano presenta una apreciación de 0.9 por ciento, equivalente a 17.91 centavos, para cerrar ayer en 19.3298 unidades por dólar spot, que la deja dentro de las divisas más fuertes a nivel mundial.

Nicolás Eguiarte, director de mercado cambiario y de derivados en la Ciudad de México de Grupo Financiero Base, afirmó que el peso tiene una fuerte influencia de los acontecimientos mundiales, por ser una moneda de alta transacción; no obstante, hay muchos factores que se están alineando a favor de la moneda nacional que no la han ensombrecido pese a la elevada incertidumbre mundial y nacional.

Hay un marco macroeconómico estable que le permite aislar lo que pasa fuera en los mercados internacionales; se respeta la autonomía del Banco de México y el país mantiene el grado de inversión. El tipo de cambio es una válvula de escape. Es el repositorio de todo lo que pasa adentro y afuera, aseveró Eguiarte.

Ingreso de dólares

Uno de los factores que impulsaron la ganancia de la moneda mexicana este año fue el diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, actualmente de 6 puntos porcentuales, producto de la política en la materia que siguieron ambas economías para combatir la inflación más alta en varias décadas.

Destacan de manera importante otros elementos, entre ellos el crecimiento de 18 por ciento de las exportaciones no petroleras, el incremento de 15 por ciento de las remesas y el aumento de la inversión extranjera directa de 13 por ciento, todos en términos anuales.

Estos factores están asociados a una buena actividad económica en Estados Unidos (3.2 por ciento anualizado hasta el tercer trimestre de 2022). De ahí que hay un riesgo importante para el próximo año, pues todo parece apuntar que el principal socio comercial de México estará en recesión y si eso ocurre se verá una desaceleración importante en estos factores que impulsaron al peso, incluyendo el turismo, explicó la economista.

En la medida que el diferencial de tasas se mantenga, el tipo de cambio no va a tener mayor problema. No obstante, si se cumplen las expectativas de una recesión económica, es mala noticia para el tipo de cambio en México.