Miércoles 4 de enero de 2023, p. 5
Desnudos de la sique realizados por el pintor José Antonio Farrera se muestran en la exposición Piezas para un museo, que se presenta en el Museo de la Ciudad de México. En 45 óleos se incita a vislumbrar una poética del silencio, donde la pintura es el discurso principal, de acuerdo con el artista nacido en la Ciudad de México, en 1964. Bacantes y aspirantes a Venus habitan los lienzos de fondos coloridos, ante tonos de piel que hacen hincapié en la fuerza emocional de los pliegues de la carne.
En la exposición individual se reúnen piezas de 12 años de trayectoria del artista consolidado, que abarcan el periodo de 2009 a 2021. Retratos, desnudos femeninos y un par de autorretratos que dejan notar la mano oficiante del maestro, al mismo tiempo que la brisa leve de las musas, se pueden apreciar en el recinto ubicado en Pino Suárez 30, en el Centro Histórico.
Heredero y admirador de los grandes maestros de la pintura occidental, hace una relectura del desarrollo técnico formal, destaca Fernando V. Bellizzia en el texto que recibe al visitante al iniciar el recorrido por las cinco salas que el museo dedica al egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.
En los propios títulos de los desnudos femeninos en gran formato encontramos referencias a relevantes antecesores, como Vermeer, Balthus y J. Ensor. Las pinceladas de los fondos recuerdan a Klimt, mientras los sexos veraces traen a la memoria el desafiante origen del mundo según Courbet.
Podemos observar en esta muestra la relevancia que tiene para Farrera la presencia del rostro y del cuerpo humano como paráfrasis de la creación artística y la relación entre la naturaleza y la realidad pictórica, cuya fuerza vital emana del óleo y la pincelada más que del simple modelo
, apunta Bellizzia.
Las piezas se constituyen a través de varios conceptos artísticos como el simbolismo no narrativo y la figuración expresionista, en las que usan herramientas tradicionales y otras tantas adaptadas por él mismo a sus necesidades creativas
.
El creador presta especial interés en la materialidad de la pintura, que en esta ocasión destacan la sucesión de rasgados, empastes, veladuras, incisiones, estratos y grafismos. En su mayoría, se exponen lienzos en gran formato, con algunos retratos en pequeño formato y otros cuadros de tamaño mediano.
José María Espinasa, director del recinto, destacó la maestría técnica que se hace manifiesta en el manejo del color y sus tonalidades, lo cual le da un curioso tono claroscuro muy moderno, incluso más contemporáneo
.
La muestra, que permanecerá abierta hasta la primera semana de febrero, puede visitarse de martes a domingo, de 10 a 17:30 horas, en el Museo de la Ciudad de México.