Lunes 28 de noviembre de 2022, p. 28
La economía mexicana recuperó el volumen que tenía antes de la pandemia, pero el crecimiento de la población sin una generación de riqueza a la par, ha hecho que el producto interno bruto (PIB) per cápita se encuentre por debajo de lo registrado antes de la crisis de 2020, incluso acumula una caída de 7.1 por ciento respecto al cierre de 2018.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al tercer trimestre de 2022, muestran que el PIB en general, es decir, el valor de la producción en el país, aumentó 1.4 por ciento respecto al primer trimestre de 2020, antes de los cierres de actividades que se realizaron para mitigar la velocidad a la que avanzaba el covid-19.
Una vez incorporados los estimados de población a mitad de año del Consejo Nacional de Población (Conapo), el PIB por habitante registra una caída de 0.5 por ciento respecto al primer trimestre de 2020. Frente al cierre de 2018, inicio de la actual administración, la riqueza que genera el país dividida entre todos sus habitantes se ha reducido 7.1 por ciento.
Sumado a dos crisis internacionales no registradas en décadas –la caída en la actividad económica que provocó la pandemia de coronavirus; y sus secuelas, en particular el proceso inflacionario agudizado por la guerra en Europa del Este– durante el primer año de la actual administración la actividad económica también cayó.
Como resultado, el valor del PIB en el tercer cuarto de 2022 es 3.5 por ciento menor que al cierre de 2018; y una vez incorporado el crecimiento de la población, el PIB per cápita refleja una caída del doble.
El Inegi detalla que el PIB per cápita representa la cantidad de dinero que le correspondería a cada habitante del país si se repartiera a todos por igual
la riqueza producida en un periodo; es un promedio que refleja las presiones sobre una economía por el crecimiento de la población, pero no exhibe la desigualdad o distribución del ingreso o patrimonio en ella.
Un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que México tuvo la segunda mayor reducción en la brecha del PIB per cápita entre las regiones donde se concentra la población de mayores ingresos y la de menores, sólo detrás de Canadá.
Lo anterior no se debió a que la gente de menores ingresos viera una mejoría en estos, sino a que cayó la renta de las personas en el quintil con las mayores entradas. Y, en general, el país sigue encabezando entre los de mayor desigualdad, junto a Colombia y Turquía.