Presenta hoy, en el bar El Vicio, su proyecto musical cabaretero carpero Tocada y fuga
el lugar del rock.Foto Víctor Camacho
Sábado 19 de noviembre de 2022, p. 6
Acostumbrado a abrirse camino como un afluente a lo largo de su trayectoria, Sergio Arau prepara una nueva aventura creativa, y tiene que ver con el cine. El realizador, artista plástico, compositor y músico alista un documental sobre el legendario Rockotitlán, lugar que vio nacer una de las épocas más fructíferas del rock hecho en nuestro país.
En entrevista con La Jornada, el ex integrante de Botellita de Jerez, revela que ya tiene el plan de acción y la idea precisa de lo que quiere decir.
Señala que se trata de un proyecto que reunirá material “de los primeros cinco años en los que los integrantes de Botellita de Jerez –Francisco Barrios El Mastuerzo, Armando Vega Gil y él mismo–, fuimos los dueños; mi hermano Fernando y el ingeniero de sonido Thierry Goethals, también.
Desde el inicio de Botellita de Jerez, en 1983, se generó un movimiento natural en el que estaba Real de Catorce, Rockdrigo González, Jaime López, Ritmo Peligroso y Kenny and The Electrics. Fue un cambio de energía
, asegura Arau.
Siento que allí se definió la identidad del rock mexicano. Si tú escuchas a Soda Stéreo, tú sabes que es rock argentino; o un grupo español como Radio Futura. Aunque grupos como Caifanes, Botellita de Jerez, Fobia y Maldita Vecindad son diferentes, quien los escucha desde afuera sabe que es rock mexicano. Y en Rockotitlán eso se forjó.
Cuando los botellos estaban en ese foro, dijo, nosotros exigíamos que quien tocara lo hiciera en español, con música original, era un requisito
.
Recordó que el 18 de marzo de 1986 hicimos una ceremonia de expropiación del rock mexicano. Leímos un decreto, por allí hay fotos
.
Sergio Arau explica que la idea del documental surgió cuando estaba en marcha el proyecto Rock en tu idioma sinfónico, antes de la pandemia, y mira, en los camerinos era impresionante la cantidad de anécdotas que contaba todo el mundo sobre Rockotitlán. Tengo muchos datos, anécdotas y estoy juntándolos
.
Para eso, reconoció, “estoy buscando una buena distribución, porque hacer las entrevistas es muy fácil, incluso puedo realizarlas por teléfono, pero después de haber salido Rompan todo –miniserie documental que demuestra parte de la historia del rock en Latinoamérica–, te das cuenta que cuando tienes buena distribución, es impresionante”.
En ese mismo tenor, asevera que ya tiene proyectadas las pláticas con quienes tocaron en algún momento en ese escenario que marcó toda una época en la escena sonora mexicana. “Estarán los que participaron en Rock en tu idioma sinfónico: Neón, Sabo Romo, Piro, Fobia, Cala de Rostros ocultos, Bon de Los enemigos del silencio y las anécdotas mías y del Mastuerzo”.
Para eso, está afinando la idea pues no quiero que sea el clásico documental de entrevistas, sino que las mismas anécdotas te vayan contando todo. Y al final sí tendría que haber un concierto
, acotó.
A propósito de su más próxima presentación en un escenario, Sergio Arau habla de su recital Tocada y fuga, espectáculo musico teatral, que presenta hoy en el bar El Vicio, en compañía de sus cómplices Yareli Arizmendi, Jorge Velazco, Olinka, Ruy Velazco, Emir Bucio y Alex Altamirano, con quienes toma lo que denomina el hit parade de la música clásica y las transmuta en cumbiones, rap, reguetón o grunge, o temas cabareteros.
Al respecto, Arau explica: “es un proyecto que ya traigo desde 2000, cuando empecé a hacer los demos, y con un grupo multigeneracional.
“No es puro rock, tiene mucha música y arreglos barrocos. Es muy teatral, está entre Les Luthiers, Monty Python y Botellita de Jerez. Es entre rock, cabaret, carpa en el que “hay mucho humor, improvisación, como con los botellos”.
Habituado también a cambiar de piel creativa, Sergio Arau coincide en que puede desenamorarse de sus propias obras, siempre en aras de explorar nuevas vías creativas. Siempre trato de buscarlo, que haya algo que no se dice o que sea inusual. Es algo que me emociona, esa es una constante en todo lo que hago
. Su película Un día sin mexicanos es el botón de muestra.
El también caricaturista indica que si bien al inicio de su camino en las artes tenía influencias y honraba a otros creadores, se separó de la manada también muy al principio. Siento que tratar de hacer algo diferente, siempre lo he traído, aunque no era consciente; en la caricatura lo hago muy consciente: aunque fueran los mismos temas, políticos, del día, trataba de hacerlos diferentes, más poética que la de los otros colegas
.
Sergio Arau hace una pausa en la charla y rememora: “Mi papá –el cineasta Alfonso Arau– hizo un show de cabaret y para eso formó un grupo que se llamaba Los Tepetatles; las letras eran de mi padre y de Carlos Monsiváis; los músicos eran Los Rebeldes del Rock; la escenografía de José Luis Cuevas; el diseño de la portada de Vicente Rojo; fue una cosa muy sofisticada.
“Era una parodia. A veces me dicen, tu papá te influyó en el rock, y no lo van a creer pero él se burlaba del rock; lo odiaba y su mofa fue ese disco, y nosotros en Botellita de Jerez, tocábamos Tlalocman, que era una de las canciones”, finaliza.