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Europa, en riesgo de sufrir nueva crisis hipotecaria
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▲ En España ha habido meses en los que la inflación ha superado 10.5 por ciento. En la imagen, un escaparate en Barcelona anuncia ofertas de otoño.Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 30 de octubre de 2022, p. 18

Madrid. Rafael Gómez es el padre de una familia de cinco miembros, tres hijos y la pareja, y lleva varios meses intentando que sus cuentas domésticas no terminen por consumirlo: Antes pagábamos una hipóteca de 900 euros (18 mil pesos), pero ahora, con la subida de los tipos de interés se nos ha puesto en mil 200 (24 mil pesos), a lo que hay que añadir la insoportable subida de los precios en todo. Esta situación, que están sufriendo millones de personas y familias europeas, está aflorando en España con virulencia, hasta el punto de que ya se empiezan a activar las señalas de alarma ante una nueva crisis hipotecaria y social, similar a la que vivió el país a partir de 2008 y que se prolongó una década.

El caso de Miguel Gajete es similar, pero en su caso está pagando la hipoteca de la farmacia (local y licencia) que compró hace ya 18 años. Tuvo que solicitar un crédito de 3 millones de euros (60 millones de pesos), para lo que pidió a sus padres que pusieran como aval su vivienda familiar, además de conseguir otras garantías para que el banco le autorizara el préstamo. Al principio tenía la hipoteca a tipo fijo, pero cuando empezaron a bajar los tipos hasta ponerse incluso a cero por ciento, decidí cambiarla a tipo variable. Al principio muy bien, porque en lugar de pagar 15 mil euros mensuales pasé a pagar 9 mil, pero ahora que vuelven a subir estoy asfixiado con las cuentas. Menos mal que el oficio de la farmacia es muy agradecido, relató.

La subida de las hipotecas a tipo variable en Europa está condicionada a las decisiones que adopte el Banco Central Europeo (BCE), al menos en los países que forman parte de la unión monetaria, que son la mayoría de la Unión Europea. Uno de los orígenes de esta espiral al alza de los tipos de interés está precisamente en un problema ya estructural de la economía europea y mundial, que es el incremento descontrolado de la inflación. En España y en la mayoría de los países europeos, en las últimas dos décadas la inflación anual acumulada no ha superado 2 por ciento, pero a raíz de la crisis de los hidrocarburos, propiciada en parte por la guerra en Ucrania, sólo en lo que va de año se ha llegado a 9.9 por ciento de inflación acumulado en el conjunto del continente. En España ha habido meses en los que la inflación ha superado incluso 10.5 por ciento, con lo que eso supone para el incremento de los precios en la canasta y los productos básicos para subsistir.

En la casa ahora estamos haciendo lo que nunca antes; racionalizar mucho la comida, intentar consumir siempre los productos más baratos, comer mucha legumbre y el pescado lo comemos muy poco porque está por las nubes, relató Rafael, que al menos celebra que tanto él como su esposa tienen dos trabajos con salarios dignos y que eso les permite sobrellevar la crisis. Pero la subida de la hipoteca nos tiene muy preocupados.

El BCE de hecho volvió a subir el precio del dinero el pasado jueves por tercera vez consecutiva, al elevar los tipos de interés 0.75 por ciento, con lo que actualmente están en 2 por ciento. Y una de las principales consecuencias de este incremento se nota precisamente en el índice del euribor al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables y que se ha disparado desde -0.5 por ciento a 2.6 en octubre (media del mes).

Este incremento supone que una hipoteca variable euribor más 0.99 por ciento de 150 mil euros tendría una cuota mensual de 543.54 euros. Después de dos subidas más de tipos hará que la misma hipoteca, con las mismas condiciones, tenga una cuota mensual de 613.75 euros, es decir, una diferencia de 70.21 euros. Por lo que desde abril a octubre, esa hipoteca se ha encarecido en 280.84 euros.

La situación general ya provocó que las principales patronales bancarias activaran la señal de alarma, ante el temor a un nueva crisis hipotecaria que suponga el impago masivo de hipotecas, lo que podría poner de nuevo en jaque el sistema financiero. De hecho, los bancos ya están negociando alternativas para atajar el impacto de la subida del euribor en las familias más vulnerables, con medidas como nuevos periodos de carencia donde se posponga el pago de las cuotas, alargar los plazos de las hipotecas, facilitar la aplicación de tipos fijos durante periodos concretos o llevar a cabo quitas de deuda puntuales. En total, más de un 15 por ciento del crédito hipotecario en España sería sensible a la subida de tipos de interés y a la corrección de precios esperada en el mercado inmobiliario, según datos de la Autoridad Bancaria Europea, por lo que también desde el gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, presionan al sector para que se tomen medidas cuanto antes.

La presidenta de la Asociación Española de la Banca, Alejandra Kindelán, reconoció que la situación todavía no es grave, de hecho reconoció que es similar a la de 2012, cuando España empezó a recuperarse de la crisis de entonces, pero que están abiertos a tomar medidas. Algunos bancos, como CaixaBank, ya adoptaron medidas en solitario, pero siempre destinadas sólo a lo que definen como las familias más vulnerables, cuando la mayoría de los afectados son los ciudadanos de la llamada clase media, como el farmacéutico Miguel Gajete o el padre de familia Rafael Gómez.

El responsable de hipotecas del portal inmobiliario Idealista.com, Juan Villen, explicó que el impacto se está notando ya, pues los tipos de interés más elevados incrementan el importe de las cuotas mensuales, lo que hace que algunas familias no tengan ingresos suficientes para este nuevo escenario. Por otro lado, los bancos están siendo algo más exigentes en la selección de clientes, ante un posible escenario futuro de recesión que pudiera impactar el nivel de empleo, o la renta disponible de las familias. Y opina algo parecido el economista Miguel Córdoba, quien destacó que la subida de tipos afecta lógicamente a las cuotas mensuales y la renta disponible real de los ciudadanos disminuye por el efecto inflacionista que no se ha trasladado prácticamente a los salarios. Si suben los intereses y baja la capacidad de renta de los potenciales interesados en adquirir vivienda, el impacto va a ser bastante fuerte durante los próximos meses.

Expertos, miembros del gobierno y los ciudadanos afectados por la subida de tipos tienen una misma preocupación, que ya se está convirtiendo en pánico: que se repita la crisis hipotecaria de hace 15 años, que provocó una expulsión masiva de familias de sus viviendas y un drama social que sigue sin suturar.