Viernes 28 de octubre de 2022, p. 15
Aunque América Latina y el Caribe es una de las regiones que más exportan alimentos, con 17 por ciento del total global, y contribuye a que los mercados tengan abasto suficiente, una importante parte de su población carece de recursos y acceso a esos productos: cerca de 60 millones de personas viven con hambre, advirtió el informe Perspectivas Agrícolas 2022-2031, de las organizaciones para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Durante la presentación virtual en español del reporte, Sergio René Araujo Enciso, economista de la FAO, sostuvo que en la región el sector agrícola depende de insumos que no se producen localmente, como semillas y fertilizantes, por lo cual las devaluaciones implican un reto para los productores.
La región vivía una situación económica difícil cuando empezó la pandemia, y actos como la guerra en Ucrania afectaron las perspectivas de crecimiento, además de que está expuesta a fluctuaciones de los mercados agrícolas mundiales.
Indicó que en la próxima década se prevé que la superficie cosechada crecerá 6 por ciento y las tierras de cultivo se ampliarán en 3 por ciento. Recordó que en años anteriores el agro contribuyó a la pérdida de ecosistemas, y se prevé que a 2031, el aumento de uso de suelo para cultivos sea moderado, con excepción de Brasil, donde se prevé un aumento de 5 por ciento y se estima que seguirá la deforestación, relacionada no sólo con la agricultura, sino con la minería, urbanización y sobrexplotación de los bosques.
Destacó que en algunos países la producción se orienta más a los mercados internacionales; el superávit en la balanza comercial casi se duplicó y para 2031 se augura que crezca a 28 por ciento y represente 18 por ciento de las importaciones mundiales; esta balanza cubre cereales, oleaginosas, cárnicos, lácteos y legumbres, no se toman en cuenta café, cacao y aguacate.
Lina Pohl Alfaro, representante de la FAO en México, indicó que el informe subraya el papel crucial de inversiones en tecnología y capital humano, entre otros rubros, para elevar la productividad agrícola y que para cumplir el objetivo de hambre cero se deberá elevar la productividad agrícola en 28 por ciento en la próxima década, es un aumento de más del triple de la productividad de la última década.