Lunes 24 de octubre de 2022, p. 24
Budapest. Miles de húngaros, incluidos profesores y estudiantes, marcharon ayer por Budapest para protestar contra el gobierno, exigir aumentos salariales y un freno a la creciente inflación que está mermando los ingresos.
Los manifestantes cruzaron un puente sobre el Danubio con pancartas en que se leía: sin profesores no hay futuro
, horas después de que el premier nacionalista Viktor Orban se comprometió a preservar la estabilidad económica y a mantener un tope en la factura energética de los hogares, incluso a pesar de que la Unión Europea se hunde en una crisis económica
.
En la última de una serie de protestas antigubernamentales, los participantes dijeron que su gobierno defraudó a los profesores al darles sueldos exiguos, mientras la inflación, que superó 20 por ciento en septiembre y sigue aumentando, se vuelve insoportable.
Estoy aquí por mis hijos, debe haber un cambio
, dijo Gyongyi Bereczky, cartero que se unió a las protestas por primera vez. Con esta inflación galopante ya no podemos ahorrar, simplemente no podemos llegar a fin de mes porque los precios se disparan
.
Los profesores y los estudiantes han estado protestando para exigir salarios más altos, solución a la creciente escasez de profesores y el derecho a la huelga.
El conflicto bélico, argumento de Orban
Mientras el país conmemoraba el aniversario del levantamiento de 1956 contra el régimen soviético, Orban, quien fue relegido para un cuarto mandato consecutivo en abril, declaró ayer que el próximo año planteará retos con la guerra en la vecina Ucrania.
Hay una guerra en el Este y una crisis económica en Occidente
, manifestó Orban a sus partidarios en Zalaegerszeg, 200 kilómetros al oeste de Budapest, además de una crisis financiera y una recesión económica en la UE
.
En 1956 aprendimos que la unidad es necesaria en tiempos difíciles; preservaremos la estabilidad económica, todo el mundo tendrá trabajo, podremos defender el régimen de topes en las facturas de la energía, y las familias no se quedarán solas
, agregó el gobernante en su discurso.
Los topes en las facturas de gas y electricidad han sido un pilar fundamental de las políticas de Orban, pero los costos del plan se dispararon debido a la subida de los precios de la energía, lo que supuso una carga para el presupuesto del Estado.