Viernes 7 de octubre de 2022, p. 4
Escritoras mexicanas celebraron el Nobel de Literatura 2022 a la francesa Annie Ernaux. A continuación algunas de las opiniones recabadas por La Jornada.
Elena Poniatowska: “Me parece muy bien que el Nobel se lo den este año a una mujer. Annie Ernaux tiene muchísimos lectores en Francia. Hizo estudios en escuelas públicas. Eso es muy bonito, no es nada fifí. Es como una trabajadora de la escritura que hace surcos con su pluma. No es del mundo intelectual, ni pertenece a una revista tipo las de Jean-Paul Sartre, o la Nouvelle Review Française. No surge de lo más intelectual, de la Sorbona”.
Margo Glantz: “He leído a Annie Ernaux desde hace muchos años. Es una escritora extraordinaria. Casi todos sus libros son autobiográficos, autorreferenciales, pero al mismo tiempo son escritos donde ella analiza muy claramente a la sociedad francesa, sus desigualdades. Proviene de un medio social marginal y se autoconstruye de manera realmente extraordinaria, y publica libros muy importantes.
“Su libro sobre el aborto es quizás uno de los más profundos que se hayan hecho sobre ese tema; es un muy importante en todos los tiempos, pero sobre todo ahora, cuando el cuerpo de la mujer está siempre perseguido, como vemos en Irán, Afganistán y otros países.
“Entonces, El acontecimiento, publicado en español en Tusquets, es fundamental no sólo para las mujeres, sino que es universal; cuenta una anécdota personal, pero tiene que ver con todas las mujeres, todo lo que han pasado y siguen pasando en muchos lugares del mundo.
Cada vez es más importante el papel de la mujer. Insisto: las mujeres, sobre todas las jovencitas y las no tan jovencitas, están peleando por tener su cuerpo propio, cosa que no se les permite; en México hay muchos estados donde el aborto no es permitido, algo que es fundamental. Que las mujeres no puedan mostrar siquiera la cara me parecen una de las abyecciones más espantosas. Entonces, es evidente que la revolución femenina es fundamental, y Annie Ernaux es un personaje que cuenta muchísimo en ese contexto.
Aline Pettersson: “La he leído desde hace muchos años. Su libro Pura pasión me tocó la cabeza y el corazón, porque la forma que trata el asunto de género es muy interesante. En otras escritoras la cosa es como bajo la mirada paternalista; en ella es propia y fantástica. Su escritura está muy despojada de adornos, pero llega adentro.
Que la reconozcan ahora con el Nobel me da una alegría enorme; lo creo muy merecido, me conmueve, porque sus libros están hechos de inteligencia, de economía verbal y de luz en lo que escribe. Y digo luz no porque sea optimista o pesimista el relato, sino porque su manera de escribir está llena de ese elemento. Me parece razonable, pues, que la Academia Sueca le otorgue el premio.
Rosa Beltrán: Estamos felices con esta designación. Annie Ernaux es una autora prolífica, tiene más de 30 libros. Básicamente, es novelista, aunque tiene novelas unas más cortas que otras y no se puede decir que éstas pertenezcan a un género puro, porque tienen que ver con la crónica y la autoficción. En 1984, cuando Annie comenzó a escribir en este ahora nuevo género, digamos, que entonces era más autobiografía, género memoralístico, hubo muchos críticos que se opusieron a su obra. Hablo de los años 80, cuando renuncia a la ficción pura, porque la tildaban de subjetiva. Quiero recalcar que esto ocurría desde hace mucho tiempo, casi siempre en cierta tradición patriarcal, donde lo épico sólo puede contarse en tercera persona; ella empezó a escribir en primera persona, pero, además lo hizo sobre experiencias personalísimas y se definía como etnóloga de sí misma; después aclaró que no sólo lo personal es político, como buena feminista, sino que lo íntimo es siempre social, porque atraviesa el mundo de las leyes, de la historia, y porque lo que vivimos tiene que ver con el tiempo que nos tocó
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Silvia Molina: “Es una escritora a la que he seguido desde sus primeros libros. Me atrapó su yo íntimo porque es universal. Mi novela favorita es La vergüenza, porque es cruda con su propia realidad. Sus orígenes modestos, sus padres trabajadores... su literatura es en gran parte autobiográfica. Me hizo pensar en otra gran escritora: Jean Rhys. Excepcional. Las dos recrean sus vidas miserables. Annie reconstruyó también el tejido social de Francia, habló por muchas que no tienen voz y sufren humillaciones, soledad, celos… Su literatura es tan sencilla que da la impresión de estar conversando. Qué buen premio”.
Nelly Keoseyán: “En sus libros cuenta la realidad que le tocó vivir. Los prejuicios sociales que existen en Francia y que se repiten en otros países. Uno de sus libros más estremecedores es El acontecimiento, donde narra los problemas que tenían las mujeres para abortar antes de que esa práctica fuera legalizada en su país, en 1975. Un premio más que justo”.
Janet Skeslien Charles: Es una noticia increíble. Annie Ernaux escribe desde el punto de vista de las mujeres, sin reservas. Espero que este premio atraiga atención internacional hacia su obra. Impresiona, porque proviene de un origen de la clase trabajadora, algo muy raro para los escritores en Francia
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