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Soy un necio multidisciplinario, afirma Juan Gedovius, a propósito de La caza del Snark
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▲ Para el libro, el ilustrador hizo revisiones gramaticales de traducciones de Lewis Carrol.Foto cortesía de Gedovius
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 2 de octubre de 2022, p. 8

Para ser alguien que siempre dijo que no le gustaría ilustrar un clásico, a sus 48 años Juan Gedovius no ha parado ni un segundo. Nunca pensé que iba a trabajar en un clásico. Me parecía que uno acudía a ellos cuando no se tenía ya nada que decir como autor o ilustrador, admite, mientras estalla en una risa entre emocionado y seguro de sí mismo, e inmediatamente aclara: La vida te da muchas oportunidades para saber cuán equivocado puedes estar, y fue muy lindo de repente rencontrarme con las historias que no sabía iban a resultar mucho más fantásticas de lo que recordaba cuando niño.

Para La caza del Snark (Alfaguara, 2022), el último trabajo de su desaforada producción (alrededor de 90 libros publicados), además de aportar las 24 ilustraciones que acompañan al texto, Gedovius jugó el papel de traductor.

El volumen es un poema aparentemente sin sentido escrito por el británico Lewis Carroll, en el que describe el extraordinario viaje en el que una tripulación, compuesta por un Sombrerero callado, un Tasador, un Abogado, un Mucamo, un Banquero sin rivales y un Castor, se enlistó para hallar al Snark, una criatura inconcebible. Aparecen elementos tomados del poema Jabberwocky que está en Alicia a través del espejo, por ejemplo, Jubjub o el Bandersnatch; además, algunos pormanteaus, juego de palabras en la que partes de varias palabras se combinan en una nueva.

Normalmente, como Ilustrador, debería centrarme sólo en hacer dibujos, pero ¡no puedo!, afirma. Soy una especie de necio multidisciplinario y creo que a la hora de dibujar todo aporta, explica mientras recuerda la experiencia que le dejó ilustrar Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo.

El bisnieto del pintor Germán Gedovius es capaz de confesar que fue importante revisar las distintas traducciones al español de Carroll, para preservar la escencia de sus ideas. “Me pasó sobre todo con traducciones de Alicia en el país de las maravillas, en las que algunas palabras no son coherentes con la obra original y eso me generó cierto desconcierto porque cambiaban el sentido del cuento”. Para probar su teoría suelta un ejemplo: “En Alicia a través del espejo, la obsesión de Lewis fue el ajedrez. Allí, Alicia se ve envuelta en una loca partida del juego de mesa en la que existen una reina roja y una blanca. De repente algunas traducciones mencionan la llegada de un caballero, bien armado, de acero púrpura, pero la lógica dice que no puede ser de ese color, sino rojo. Con este tipo de cosas, aparentemente sin importancia, hay que tener cuidado porque estamos hablando de tomos que son complicados de leer, pues fueron concebidos como artefactos suficientemente disparatados”. Hace una pausa y continúa: Para hacer los libros de Alicia, contrasté cinco traducciones diferentes incluida la versión original, tal como fue escrita.

Pistas de un personaje

Con Gedovius todo cuenta y todo es un artefacto productor de sentidos. “Para ilustrar La caza del Snark, tomé en cuenta la gramática y las pistas que el mismo cuento da, pero también el contexto de los personajes. Estos libros se escribieron hace 150 años, así que investigué incluso el tema de las vestimentas”.

Si algo vértebra esta versión de La caza del Snark es la lucha del traductor e ilustrador por mantener la escencia de la obra: Una cosa muy importante de este libro es que el mismo Carroll dijo que no quería que en las ilustraciones apareciera el Snark, ese bicho de sabor algo seco, crujiente pero hueco; quería que fuera producto de la imaginación y, si te das cuenta, en el libro nunca lo muestro por completo, hay sólo pedazos, y el contexto en el que está es tan extraño, que me di el lujo de ilustrarlo de muchas maneras, asegura. Sólo algo le parece peligroso y no para de mencionarlo en la entrevista: los mitos. Son muy peligrosos porque te dan ideas, Alicia se convierte en uno desde donde puede partirse para generar muchas cosas, lo mismo que pasa con Peter Pan y con todos los clásicos, afirma.

La realidad le golpeó con seca contundencia a lo largo de su carrera. Durante el trabajo de ilustración de la obra de Lewis Carroll, recuerda que se acercó a su obra –durante la infancia– por la versión que presentó Walt Disney en el cine, me encanta y no sólo porque crecí con ella sino porque me hizo enamorarme de estos textos y acercarme a los libros después. Por mucho tiempo fui de los que dijo que le gustó más la película que el libro.

Pero ¿el largometraje de 1951 no es una especie de ensalada de los dos libros publicados por Carroll? Contrastando las traducciones me di cuenta de ese detalle. La versión cinematográfica del siglo pasado es literalmente una suerte de teléfono descompuesto donde ya no contaban el libro original ni remotamente, pero se basa en él y aparte lo hacen de manera fantástica, aun cuando hay cosas a las que también les cambiaron el sentido, por ejemplo el tema del no cumpleaños que en el libro se menciona una sola vez y en la película es parte medular .

En el caso de su relación con la obra dirigida por Tim Burton en 2010 no es la misma, quizá lo único que tiene que ver con la obra de Carroll es el título.