Martes 27 de septiembre de 2022, p. 2
Madrid. Una nueva misión de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) mapeará en 3D la manta de enfriamiento
de la Tierra de nubes oceánicas bajas que pueden estar en riesgo de desaparecer debido al cambio climático.
La misión número 10 de Earth Explorer, conocida como Harmony, fue aprobada por la Junta del Programa de Observación de la Tierra de la ESA, lo que significa que puede pasar de la fase preparatoria a la de consolidación e implementación del diseño, con un lanzamiento programado para 2029.
La misión consta de dos satélites idénticos que volarán en tándem junto con el satélite Copernicus Sentinel-1 para comprender mejor tres áreas de los sistemas de interconexión de la Tierra: la interfaz océano-atmósfera, el hielo terrestre y marino (cómo se distorsionan con el tiempo) y la tectónica, deformaciones y procesos volcánicos.
Los dos satélites llevarán un instrumento infrarrojo térmico que trabajará en conjunto para mapear en 3D el movimiento de las nubes oceánicas bajas con mayor detalle que antes.
Los diferentes ángulos de las 10 cámaras infrarrojas dentro de cada instrumento, y la perspectiva diferente que ofrecen los dos satélites Harmony separados por cientos de kilómetros, pero dirigidos a la misma parte de la superficie de la Tierra, proporcionarán imágenes estéreo, lo que permitirá a los científicos estimar la altura de la cima de la nube, así como el movimiento (y por tanto el viento).
Cuando no haya nubes, los rayos viajarán al océano y se usarán para calcular un factor crucial que afecta la interacción de las nubes y el océano: la temperatura de la superficie marina.
Jean-Peter Muller, del Laboratorio de Ciencias Espaciales del Colegio Univeritario de Londres, miembro del grupo asesor de misión de Harmony, en un comunicado señaló: “Estas nubes cubren vastas áreas del océano y enfrían el planeta al reflejar la luz y, por tanto, permiten que el calor regrese al espacio. Pero no está claro cómo responderán al cambio climático. Un modelo sugiere que un océano que se calienta hará que desaparezcan, con consecuencias catastróficas para nuestro clima.
Los pronósticos actuales sobre el cambio climático no tienen en cuenta las nubes debido a su complejidad, ya que dependen de muchos factores a pequeña y gran escalas. Al tener un nivel de detalle mucho más fino sobre los procesos que conducen a diferentes tipos de ellas, nuestros datos ayudarán a refinar los modelos matemáticos de cómo se comportan y si podrían acelerar o, como han sugerido algunos modelos, incluso ralentizar el calentamiento global.
La misión también permitirá el estudio de la deformación 3D y la dinámica del flujo de los glaciares en las zonas marginales de las capas de hielo que cambian rápidamente para una mejor comprensión del aumento del nivel del mar.