Recorrerán 7 sitios prioritarios
Es la primera de tres jornadas en la búsqueda de pruebas de los crímenes que ahí se cometieron
Miércoles 21 de septiembre de 2022, p. 11
Nueve horas duró la primera jornada de inspección en el Campo Militar número 1 (CM1), donde sobrevivientes y familiares de víctimas de la guerra sucia buscan indicios que prueben los crímenes que ahí se cometieron. Después de una espera de medio siglo para ingresar a este centro castrense, ayer finalmente lograron que les abrieran las puertas para estas diligencias históricas.
A la puerta 8 bis del CM1 las víctimas llegaron con un cúmulo de emociones
, entre las que imperaba el nerviosismo por regresar a un lugar donde décadas atrás varias de ellas fueron detenidas ilegalmente y torturadas. Para los familiares –que entraron portando pequeñas fotografías en blanco y negro de sus padres, madres y hermanos–, era el momento de estar donde sus seres queridos estuvieron presos y donde algunos de ellos fueron vistos por última vez.
Encabeza las diligencias la Comisión para el Acceso a la Verdad, Esclarecimiento Histórico e Impulso a la Justicia de violaciones graves a derechos humanos de 1965 a 1990. El trabajo durará tres días, sin acceso a medios de comunicación, e incluye la inspección de por lo menos siete sitios prioritarios, entre ellos el Batallón de Fusileros Paracaidistas, la puerta 8, el Segundo Batallón de Infantería, las sedes de las brigadas 1 y 2 de la Policía Militar, las caballerizas o alguna estructura cercana y lo que fue la sede de la Brigada Especial Antiguerrilla (o Brigada Blanca).
En esta primera jornada, los sobrevivientes y familiares, cerca de 60, llegaron al CM1, ubicado en Naucalpan, estado de México, poco después de la 10:30 de la mañana. Fueron trasladados desde un hotel ubicado en Reforma, en siete camionetas tipo Van, color blanco. Iban acompañados por otros tres autos en los que viajaba personal de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas y de la Secretaría de Gobernación.
Recorrido sin fotos ni videos
La comitiva estuvo encabezada por los integrantes de la Comisión para el Acceso a la Verdad, David Fernández Dávalos y Abel Barrera. En la puerta 8 bis, militares que vigilaban el ingreso de automóviles les pidieron identificarse, pero, al ver que la entrada estaba programada a las 9 de la mañana, decidieron darles el paso sólo con la verificación de las matrículas de los vehículos.
En esta inspección al campo militar, según fuentes consultadas, hubo un recorrido general
, en el que no se permitió utilizar celulares ni tomar videos o fotografías. Tampoco se reportaron incidentes.
Las víctimas de la guerra sucia ingresaron y salieron del centro castrense sin emitir comentarios, pues existe un acuerdo de que hasta que terminen los tres días de inspección darán opiniones conjuntas.
Entre los asistentes estuvo Micaela Cabañas Ayala, hija del maestro insurgente Lucio Cabañas, y de Isabel Ayala, detenida arbitrariamente en 1974 por militares en la sierra de Guerrero. También Mara Navarro, quien portaba las fotografías de su padre Jorge Varela y de su madre Olga Navarro, detenidos y desaparecidos por la Dirección Federal de Seguridad y la Brigada Blanca el 7 de noviembre de 1977.
Igualmente, estuvo Priscila, hermana de Juan Chávez Hoyos, secuestrado y desaparecido el 8 de septiembre de 1978.
Los sobrevivientes y familiares salieron del CM1 alrededor de las ocho de la noche, de la misma forma en que entraron. Se dirigieron a su hotel, donde sostuvieron reuniones de balance sobre esta primera experiencia sin precedente.