Las cruces están ordenadas en filas, colocadas con precisión casi militar en un bosque silencioso tapizado de hojas caídas por el otoño. La tranquila escena esconde lo que yace debajo: cientos de cadáveres de los muertos en Izium. El entierro en masa fue hallado por fuerzas ucranias que recapturaron el poblado: unos 440 cuerpos, de más de mil que se estima que cayeron durante la ocupación rusa.

Volodymir Zelensky describió lo ocurrido aquí como otro símbolo de la salvaje violencia de este conflicto. “Queremos que el mundo sepa lo que la ocupación rusa ha causado: Bucha, Mariupol… y ahora, por desgracia, Izium”, expresó el presidente ucranio.

Algunos de los sepultados en el bosque parecen haber sido víctimas de bombas y disparos de artillería durante los fieros combates por la ciudad, que se volvió el principal bastión ruso en la zona. Pero faltan otras docenas de personas que fueron apresadas por los invasores, y han surgido reportes referentes a ejecuciones sumarias. Se realizan búsquedas de otros entierros.

Las cruces fueron colocadas por oficiales ucranios para marcar las tumbas. Los cuerpos serán llevados a Járkov. El jefe de la oficina del presidente Zelensky, Andriy Yarmuk, señaló que se dará más información después que se tengan los resultados de pruebas forenses. Serhiy Bolvinov, jefe de investigadores de Járkov, afirmó: Sabemos que algunos fueron asesinados, otros murieron por fuego de artillería y por los llamados traumas de explosión de minas. Algunos perecieron por ataques aéreos. También tenemos información de que muchos cuerpos no han sido identificados; la causa de la muerte de cada uno será determinada durante las investigaciones.

Anton Shvets habla de sus vecinos, quienes fueron víctimas durante un ataque con misiles al intensificarse los combates. En la casa vivían cinco personas, entre ellas tres niños, dice. “La madre y una niña murieron. Fue un gran cohete… se puede ver que no dejó mucho de la casa. Muchos otros perecieron también; todo fue terrible”.

En mayo, unos 50 residentes perdieron la vida en un ataque aéreo contra un edificio de departamentos de cinco pisos. El esqueleto del inmueble aún está en pie, pero la estructura interna se vino abajo.

No creo que hayan encontrado todos los cuerpos de ese día, comenta Lyudmilla Doroshenka. “Debe de haber personas enterradas. A otras se las llevaron para sepultarlas… las pusieron en sacos y las arrojaron en camiones. Muchos murieron a causa de las heridas por los bombardeos. Los hospitales se quedaron sin medicinas, no llegaban suministros. Muchas personas habrían sobrevivido si hubieran podido recibir tratamiento”.

Muchos más desaparecieron, agrega Doroshenka. Sabemos que a algunos se los llevaron a Rusia. Los arrestaron y los acusaron de todo. Oímos que a algunos los mataron allá. No eran soldados, sino personas que trabajaban para las autoridades locales y otras.

Entre los edificios incendiados y en ruinas yacen tanques rusos destruidos por fuego ucranio. Otros vehículos blindados, relativamente intactos, fueron abandonados por las fuerzas en retirada. Nos oprimieron durante meses. Es difícil creer lo rápido que se fueron, comenta Artem, uno de los residentes locales que habló con soldados ucranios. Sabemos que se han ido, pero siempre queda el miedo de que intenten volver.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya