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Nuevos uniformes del Ejército, diseñados y fabricados en una planta de avanzada
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▲ Decenas de militares participan en la confección y elaboración del nuevo vestuario que portarán el próximo año.Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de septiembre de 2022, p. 10

Integrantes del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana estrenarán el próximo año un nuevo uniforme de campaña, el cual produce la Dirección General de Fábricas de Vestimenta y Equipos (Fave) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y está diseñado con materiales y colores para que los soldados pasen inadvertidos en los ecosistemas mexicanos.

Durante un recorrido por esa instalación militar, la teniente ingeniera industrial Karina Raquel Ruiz Aguilar señaló que el nuevo uniforme se caracteriza por contar con un patrón de camuflaje transaccional estereográfico (TE3), el cual es confortable, transpirable, flexible y mimetizable.

Indicó que el proceso de manufactura es innovador y permite durabilidad del teñido debido a la resistencia de sus materiales.

Detalló que más de 2 mil orgullosos militares, entre mujeres y hombres, confeccionan vestuario, calzado, banderas, muebles metálicos y equipo diverso para el Ejército. En la planta laboran 356 efectivos que producen 2 mil 400 uniformes de campaña diarios.

Camuflaje todo terreno

Por orden del alto mando, ingenieros industriales militares desarrollaron un nuevo patrón de teñido transaccional estereográfico, conocido como TE3, el cual se aprobó en un lote piloto, teniendo resultados satisfactorios en diversos ecosistemas del territorio nacional. Este nuevo patrón de camuflaje presenta un mejor efecto de mimetización en el espectro visual e infrarrojo, logrando que se reduzca el tiempo de detección de una imagen para que el soldado pase desapercibido y así facilitar sus operaciones, dijo la teniente Ruiz Aguilar.

Además de su mayor comodidad, los nuevos diseños permiten simular la textura de los entornos en áreas desérticas, selváticas, semiselváticas y de montaña, para obtener un efecto de disrupción de silueta con el fin de romper la figura a la vista natural del ojo humano, ya que el camuflaje está basado en técnicas de ilusión óptica y estereoscopía, lo que ocasiona que el observador se tarde más tiempo en identificar una imagen.

Este método es capaz de hacer la ilusión óptica de profundidad en imágenes que son únicamente bidimensionales. Actualmente se tiene considerado dotar al Ejército mexicano de este uniforme a partir del tercer trimestre del año 2023.

Tela de calidad mundial

La teniente industrial expuso que la confección del uniforme de campaña tiene 50 por ciento nailon y 50 por ciento algodón, para que sea más resistente y confortable. En la fabricación se emplean máquinas con sistemas de aire que producen un tejido denominado ripstop, una tela antidesgarre que incorpora en su entramado hilos gruesos de alta resistencia los cuales permiten la transpirabilidad y la comodidad.

Ruiz Aguilar explicó que ese tejido es comparable con la tela que utilizan las empresas más prestigiadas en el mundo para la confección de vestuario y equipo táctico.

La fábrica está dividida en tres líneas principales: de pantalón (ala izquierda), de camisola (ala derecha) y de producto terminado.

Las líneas de pantalón y camisola se dividen en partes, ensamble y terminado, y la línea de producto finalizado en revisado, hermanado (es decir, asignar a cada camisola su respectivo pantalón), marcaje mediante láser con una clave única alfanumérica que ayuda a identificar cada uniforme y su empaquetado.

En la línea del producto terminado se realiza una minuciosa inspección de calidad. Debido a la combinación de colores que tiene, es más complicado igualar el patrón de camuflaje, dijo la teniente industrial. Además, estos uniformes tienen un folio láser, lo cual permite llevar un estricto control y seguimiento desde que sale de fábrica hasta que se entrega al usuario final.

La soldado auxiliar operario Berenice Sosa, quien ensambla las bolsas laterales, comentó que es un orgullo participar en la fabricación de uniformes que portan sus compañeros, ya que hay toda una producción en la que participan ingenieros, diseñadores y quienes los confeccionan.

Para el soldado operario José Alexander Juárez, de 23 años, quien labora en la Fave, es un honor fabricar los uniformes para los compañeros, por eso hacemos nuestro mejor trabajo, para que tengan la mejor calidad, ya que son la presentación del Ejército.

Durante 2021 la planta adquirió aparatos programables automáticos que permitieron incrementar la producción. Este año hay un proyecto para la sustitución de diversa maquinaria.